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Elric de Melniboné en los cómics españoles

Publicado el 26 enero 2013 por Lord_pengallan
Al principio pensé en hacer un post sobre los personajes de Moorcock en los cómics españoles. Después desestimé la idea porque me iba a llevar demasiado tiempo para un texto que no iban a leer más de 100 personas (sí seguidores, son ustedes miembros de una minoría muy exclusiva). Al final readapté mi propósito a hablar sólo de los cómics de Elric de Melniboné publicados en España en vista de que mi enésima relectura de los cómics de ese personaje editados aquí concluía a la vez que Panini editaba el último cómic del personaje. Presentaré los cómics editados en España, más o menos la mitad de los que hay, en orden cronológico según la historia de Elric y no según su año de primera edición, ya estadounidense ya española. Pero antes una breve introducción sobre el autor y el personaje, ya saben que siempre escribo de más. Moorcock, un inglés progresista comprometido cuya juventud transcurrió en los 60, es un mal escritor. Por ello cuesta leerle hoy pues estamos acostumbrados a que los escritores encumbrados sean por lo menos decentes (J. R. R. Martin es el gordo que confirma la regla). Esto curiosamente es culpa del propio Moorcock pues su importancia en la Fantasía más que por su obra escrita, crucial en la evolución del género, es por su labor como editor. Como tal revolucionó el género tanto en forma como en fondo. Como editor apoyó a escritores con talento literario, por lo que se diferencian de la mayoría de sus predecesores que eran poco más que juntaletras como el clásico Asimov demuestra, y nuevas temáticas que diesen una dimensión social, filosófica y psicológica a las típicas historias directas y estrechas de la Fantasía. Así, dio solidez al desarrollo interno del género. Este había aparecido para proporcionar escapismo y catarsis al lector poco formado de principios del siglo XX, pero a principios de los 70 su lectores eran jóvenes universitarios comprometidos de modo que exigían historias mejor escritas, con temas más humanos y que fuesen alegorías de la actualidad. El resultado son los clásicos de aquella época, novelas gordas y muy bien escritas en las que la Ciencia y la tecnología son algo secundario. En este panorama Moorcock es una rara avis por su escasa calidad literaria y la brevedad de sus textos. No obstante, estos son importantes porque como autor propuso muchas ideas, muchas extraídas de la mitología, que abonaron a la Fantasía, han alimentado a todos los autores posteriores tanto de novelas como de cómics (ahí tienen a los Targaryen y a Geralt de Rivia). Algunas incluso hoy en día siguen siendo alternativas a la típica Fantasía tradicional, es decir la de la escuela de TolkienElric de Melniboné, junto a Jerry Cornelius (a ver si alguien reedita su tetralogía de forma barata) la creación más importante de Moorcock, es un personaje clave en la Fantasía porque es uno de los dos héroes alternativos más importantes. El otro es Conan. Se suele decir que es un antihéroe pero en realidad no lo es, pues este es el hombre corriente y el melniboneano es de todo menos corriente. Si Conan es el primer héroe alternativo porque sus acciones y ocupaciones son opuestas al código caballeresco de los típicos héroes, Elric lo es porque es un freak, un atormentado y un hechicero. Si el héroe siempre es alguien fornido y saludable, Elric es débil y enfermo, muy parecido a un cadáver (o en manos de algunos ilustradores un delicado jovencito gótico), y usa drogas. Si el héroe típico es un hombre de acción, un tipo honrado, inconsciente y directo, Elric es un gafapasta (un Hamlet), un tipo traumado, reflexivo y cínico.  Si el héroe típico se enfrenta a la magia, Elric la usa. Así, es un héroe ambigüo, o como dirían los antiguos torcido, o de moral dudosa, no es un campeón del Bien o de la comunidad ni un defensor de la Justicia y los débiles. Esto permite unas historias más adultas, por no ser puerilidades maniqueas como las de Tolkien, y con más posibilidades. Además de esto Elric tiene otras tres características que le diferencian del típico héroe, su aura trágica, que lo conecta con los héroes griegos, no tener una novia eterna como el Capitán Trueno y el simbolismo de su espada, Stormbringer/Portadora de Tormentas/Tormentosa. La espada de Elric, como todas, es un instrumento de muerte, pero su autonomía y condición de fuente de vitalidad para su dueño pone de manifiesto la dependencia de la violencia del héroe, sin ella este no sería tal, y lo sesgada que es esta. Este no deja de ser un tipo agresivo que siempre es el villano de alguien. Un exterminador despreocupado porque nunca analiza  las razones del bando al que pertenece. Esto, el cuestionamente del héroe tradicional, es una constante de la obra  Moorcock (muy evidente en El Campeón Eterno, novela  interesante aunque dura de leer por su poca calidad literaria) seguramente porque le tocó vivir el desmantelamiento del Imperio Británico que dejó en evidencia la ficción de superioridad y heroísmo asociado a él. Todo esto hace que leer las novelas Elric sean interesantes y una experiencia fresca a pesar de lo mediocremente escritas que están y que tienen más de 35 años. Bueno, al turrón: Elric de Melniboné en los cómics españoles Elric: La forja de un hechicero: Moorcock no ha tenido nunca problemas en que sus creaciones aparezcan en los cómics. Por ello los ha cedido con gusto e incluso en ocasiones los ha guionizado. Es el caso del primer cómic que tratamos, que lo es porque se sitúa antes de la primera novela Elric de Melniboné, Elric de Melniboné. Editado por PDA, en 2008 en un formato pequeño y feo como parte de un plan para que la Fantasía la salvase del naufragio que era DC, es una historia dibujada por el W. Simonson con eficiencia y a su bola, sus Reinos Jóvenes son extraños y diferentes porque pasa de referencias medievales, que relata como Elric gana a su primo Yyrkoon la carrera por ser el sucesor del emperador Sadric LXXXVI. Es entretenida a pesar del formato feo, la grotesca ambientación de Simonson y que contradice en los detalles lo contado por las novelas. Elric de Melniboné: es la colección de First que adaptó  al Cómic las novelas de Elric de Melniboné que medio publicó aquí Tebeos S. A. entre 1988 y 1989 (una lástima el fracaso de esta editorial porque lo que pretendía hubiera hecho dar un paso de gigante al mercado del cómic español; no era el momento porque proponía cómic adulto a un mercado mayoritariamente adolescente). A la editorial española le dio tiempo a editar 13 nº , las dos primeras novelas. Los 6 primeros (el que fuesen hechos para Pacific Comics y reeditados en tomo por First explica el que las portadas de esos nº en la edición española fuesen viñetas) fueron realizados por R. Thomas, P. C. Rusell y M. T. Gilbert y son de los mejores porque se benefician de adaptar una de las novelas más redondas del personaje, del estupendo trabajo que mezcla lo medieval con lo romántico del tándem de dibujantes (canon pues aunque P. C. Rusell es el segundo dibujante que ha tenido Elric es el que más se ha ocupado de él) y de que el vanidoso y plomífero R. Thomas está discreto. Los siguientes 7 números son bastante flojos primero por la novela, Marinero de los Mares del Destino, y después porque G. Freeman es un mal entintador de modo que deja en evidencia al pésimo M. T. Gilbert, el dibujo pasa de refinado y sofisticado (muy adecuado para los novelas) a pobre y tosco. Con todo este es el que mejor a capturado el aspecto cuasidiabólico y demacrado o vampírico de Elric. Conan el Bárbaro nº 75 y 76 (1º ed.), 14 y 15 (2º ed; la mejor) y 3 (3º ed.): esta es la primera aparición de Elric de Melniboné en un cómic. Tiene su mérito porque en 1972 el personaje era de reciente creación. El argumento es del propio Moorcock (y su amigo J. Cawthorne) pero el guión es de R. Thomas (ser el guionista estadounidense más leído le ha permitido sobrevivir mejor que sus compañeros). Lo curioso es que se ambienta en algún momento de la 3º novela, El misterio del Lobo Blanco, que no se recopiló hasta 1977. El dibujante es el gran BWS que dibuja al Elric más raro, sin embargo el que más me gusta aunque es un poco soso, que es el de las portadas de la primera edición de las recopilaciones de los relatos de Elric. Así,  este va con un jubón verde que oculta una armadura, unas botas altas de montar de cuero, una capa corta roja y una especie de gorro frigio del mismo verde que el jubón (además de ir con el pelo corto). Es un díptico bastante bueno, aunque BWS aún está tosco, por la energía de los dibujos, la gravedad de la historia y la tensión entre Conan y Elric. Lástima que está no la explotó demasiado R. Thomas y nadie lo haya podido hacer después pues ambos personajes son opuestos. Uno es fuerte, brutal, directo, tosco, odia la magia y será emperador y el otro es débil, cruel, atormentado, refinado, hechicero y dejará de ser emperador. Esta gran pareja puede dar mucho de sí. Elric de Melniboné en los cómics españoles La Ciudad de los Sueños: es la primera adaptación al Cómic de un relato de Elric (el primero escrito por Moorcock). Pertenece a la 3º novela, a un momento posterior de la anterior historia. Es una adaptación de P. C. Rusell y de R. Thomas publicada por Marvel en 1982 en su versión del formato europeo y aquí por forum en 1984 en sus cole Novelas Gráficas Marvel. Es el mejor cómic de todos por el gran trabajo del dibujante, el atractivo dibujo y la buena narración hacen olvidar el pobre color (para los estándares actuales), porque la historia es simple pero original y tiene todo lo que hace grande a Elric de Melniboné, ser lo opuesto al típico héroe. Aquí el héroe destruye en vez de salvar, mata a su novia en vez de rescatarla y pierde en vez de triunfar. Corum nº 10, 11 y 12: en las adaptaciones de las novelas de Corum de First publicadas por Tebeos S. A. aparece fugazmente Elric en la 3º, El rey de las espadas, para ayudar a Corum a obtener un tesoro que necesita para expulsar al Caos  de su plano. Esta historia se sitúa en algún momento de la 4º novela de Elric, La Torre EvanescenteElric. Stormbringer: es la adaptación al Cómic de P. C. Rusell de la última novela, Stormbringer, que en 1997 aún estaba por adaptar ya que First desapareció antes de poder terminar de adaptarlas todas. En España la publicó PDA en grapa (7 nº) y luego, hace poco, en un tomo recogiendo la historia corta introductoria guionizada por N. Gaiman (admirador del personaje) que por alguna oscura razón se saltó en la primera edición (sin duda el guionista británico no era el mismo en 1997 que en el 2010?; en el siglo XX Sandman lo editaba otra editorial y en el XXI PDA editaba Sandman). El trabajo de P. C. Rusell en esta obra es flojo. El guión es demasiado literario para un cómic y el dibujo, más caricaturesco y sencillo que el de los 80, no casa con lo apocalíptico de la historia.  Elric: El equilibrio perdido: lo anterior podía haberse parecido a la introducción de la edición de Panini, algo cara porque tiene demasiada paja y poco cómic, de lo último en Cómic del personaje. Pero esta editorial optó por encargar a un desconocido (tanto como yo) 2 párrafos que detallasen la comicografía de Elric Melniboné sin hacer mención a las ediciones españolas para cumplir con el trámite de dotar a todo tomo de una introducción. En fin, lo último del personaje es una miniserie de 4 que, a pesar del título, no es una historia de Elric sino del Campeón Eterno de Moorcock. Parece, es que está inconclusa, una versión del Marinero de los Mares del Destino. Su argumento es que varias de las encarnaciones de aquel, Dorian Hawkmoon, Corum Jhaelen Irsei, Eric Beck y Elric de Melniboné, luchan en paralelo contra el último intento del Caos por romper el Equilibrio del Multiverso. El guionista, C. Roberson, le quita protagonismo en la historia a Elric (pero la editorial no) y se inventa a Eric Beck para así no espantar a los no leídos y tener más libertad. La opción no está mal (la historia se inserta en un momento indeterminado de la última novela de Elric y después de las novelas de Dorian y Corum) y se aprecia su intento de modernizar y aportar algo al Multiverso, la lástima es que la historia no es muy allá. Por su parte el dibujante, F. Biagini, sacrificando los fondos moderniza de forma atractiva el aspecto visual del Multiverso y ameniza bastante bien la un tanto topicona historia de Roberson. Si la conclusión es mejor que el comienzo, la presencia de Elric de Melniboné en los cómics será más asidua.

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