Revista Ciencia

Empujada por la competencia

Por Pin

La libélula Aeshna cyanea es uno de nuestros más impresionantes odonatos: de talla grande y vuelo potente y directo, se desplaza a gran velocidad, y es capaz de rectificar en el aire su dirección con una facilidad admirable. Es realmente el prototipo del concepto de libélula más arraigado en nuestro imaginario. Otra característica de esta especie, al menos en nuestras latitudes, es que resulta ser la de aparición más tardía. Su periodo de vuelo principal coincide con la última parte del verano y la primera del otoño, en los meses de septiembre y octubre.
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 Pero esto último no es así en toda la zona de distribución de esta libélula, ya que en la mayor parte de la misma (que por otro lado es bastante extensa) ya se puede ver volando desde junio o julio, en pleno verano. ¿Por qué ocurre esta diferenciación? Parece ser que la razón principal está en la ecología y la competencia interespecífica.
Empujada por la competencia
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 Así, Aeshna cyanea se desarrolla sobre todo en ecosistemas lénticos, cerrados, sobre todo pequeñas charcas y estanques. Sin embargo, las principales poblaciones de la Península Ibérica, en el límite sur de la especie, se encuentran en ecosistemas lóticos, en especial arroyos y pequeños ríos por donde circula el agua, y de hecho no es raro verla patrullar a lo largo de los bordes de los mismos. Por ello, en esta zona de su área de distribución se ve obligada a competir con otras libélulas que ocupan los mismos ecosistemas, sobre todo Cordulegaster boltonii y Boyeria irene, cuyo periodo de vuelo principal ocupa el final de la primavera y la mayor parte del verano.
Empujada por la competencia
La respuesta evolutiva de A.cyanea ha consistido en retrasar el periodo de emergencia situándolo en las fechas en las que actualmente la observamos aquí, con el máximo justo a finales de la estación estival, empujada por la competencia con estas otras especies. Su desarrollo completo dura dos años, en los que atraviesa, como otras libélulas, por varias fases larvarias, y parece ser que el desarrollo de las últimas fases antes de la emergencia está retenido con respecto a lo que sucede normalmente.
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Especie normalmente escasa en las zonas que yo controlo habitualmente, esta temporada está resultando ser bastante buena, y ya he podido localizar varios machos y juveniles cuyas fotografías ilustran esta entrada.

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