Revista Medio Ambiente

En esta economía, quién manda eres tu

Por Valedeoro @valedeoro

Tu tienes el poderMe gusta hablar del consumo consciente: un consumo que depende de tu cabeza (y de tu corazón) más que de tu bolsillo. Un consumo dónde decides no solo lo que te queda bien, sino también el efecto que tendrá sobre toda la cadena de producción. En fin, me gusta entender el consumo como una herramienta para cambiar la economía (y por lo tanto la sociedad) hacia un mundo mejor.

Consumo estratégico: ¿compro o no compro?

El producto más sostenible es aquel que no se ha tenido que producir. Esa idea le añade importancia a los mercadillos, las plataformas de intercambio y de segunda mano, los bancos del tiempo y otras alternativas de consumo colaborativo. Cada vez que participas en una de estas redes estás mandando una señal a la economía tradicional ya que no estás participando en su juego. El problema reside en que  las empresas no se enteran de lo que no compras, solo se enteran cuándo gastas tu dinero.

Por esta razón que es crucial gastar tu dinero con personalidad: cuando decides comprar un producto le estás dando información a la empresa sobre el tipo de producto que apoyas. No solamente avisas que estás de acuerdo con el color de la temporada, sino también con la calidad y la procedencia (tanto en términos de materiales, como de producción). Cada compra entra como un punto de información en los análisis de mercado de las empresas para así ajustar sus ofertas a lo que quiere el cliente. Y este cliente eres tú: la pieza que mueve toda esta economía.

¿Usted no tendría prendas de tejido ecológico?

Si no te basta con votar  tu dinero, también puedes hablar directamente con las empresas. Las cartas por correo tradicional tienen un impacto importante, puesto que hoy casi todo va por internet. Pregunta en la tienda también es un aviso poderoso, especialmente si te vas en caso que no tengan nada que satisfaga tus exigencias. Ver a una cliente salir de la tienda después de haberla visto enamorada de una prenda por el hecho de no saber dónde se produjo… para una u otra dueña de boutique eso puede ser el punto de partida para investigar de dónde vienen sus ofertas.

Entérate, infórmate y después actúa

Por supuesto que sin conocimiento es muy difícil aplicar el arma del consumo estratégico. La curiosidad por lo tanto es un ingrediente importante para enterarte de lo que pasa a tu alrededor. Cada vez que algo no te cuadre, investiga y procura entender lo que está pasando. Y después actúa. Si te enteras de que tu banco financia la compra de bombas de racimo, cámbiate a una banca ética. Si sabes que la filial de la multinacional en tu barrio ha bajado otra vez el salario de los trabajadores, busca lugares alternativos para hacer tus compras.
Si cada uno añade su granito de arena , juntos podemos cambiar esta economía. ¿Te apuntas a este reto?


Imagen: bobsfever / flickr.com


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