Revista Atletismo
En este momento todas las redes sociales se están haciendo eco del fallecimiento de un corredor en el Desafío Somiedo. Se trata de un madrileño José Luis García Fernández, conocido popularmente como 'Pepelu', de 62 años, que participava en la prueba de 46,8 kilómetros, una de las tres distancias que integran esta convocatoria deportiva que además este año estaba designada como Campeonato de España de trail running con la participación de 800 corredores.
Según las noticias publicadas el corredor se despeñó unos 100 metros en una zona de difícil acceso entre la subida a la Braña, La Mesa y los Bígaros. Según ha trascendido, parece que algunos corredores vieron como el fallecido se tambaleaba antes de la fatal caída, lo que hace sospechar que el corredor sufriera algú tipo de colapso físico. De todos modos será la autópsia la que determine la causa del fallecimiento.
La organización del trail procedió, tan pronto como se conoció el accidente, a neutralitzar y cancelar la competición y, a continuación, organizar varios autocares para recoger a los corredores que aun se encontraban en la ruta y establecer diferentes puntos para la evacuación y regreso desde varias localizaciones de la zona.
No conozco la zona del accidente directamente, pero parece que el cuerpo del corredor acabó en una zona de difícil acceso del parque natural de Somiedo, en Los Bígaros, después de despeñarse. La dificultad del terreno y la espesa niebla hizo imposible la maniobra del helicóptero medicalizado y fueron los agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil, los que organizaron el rescate a pie.
Las competiciones de larga distancia en montaña comportan determinados riesgos, algunos de ellos impredecibles. De cualquier forma, se ha estudiado y comprobado que existe una disminución transitoria de las funciones pulmonar, cardíaca y cerebral que pueden exponernos a riesgos muy serios para la salud.
Una vez más quiero recordar la necesidad de pruebas y análisis médicos para descartar posibles patologías que, obviamente, multiplican cualquier riesgo. Por otra parte, hay que tener en cuenta algunas variables que influyen en la duración o la no finalización de este tipo de competiciones de ultra trail como edad, porcentaje de grasa, VO2max, presión sanguínea, FC y volumen sistólico en reposo y considerarlas seriamente antes a la hora de inscribirnos en una carrera o entrenar para ella. Y, una vez estemos ya en plena competición, tener presente nuestro umbral ventilatorio básico como delimitador indicativo de la intensidad tolerable que podemos mantener para una carrera de más de 10 horas de duración y procurar mantenerse por debajo de dicho indicador durante el tiempo que estemos en competición.
Por supuesto que el factor imprevisto de sufrir un accidente no puede excluirse en ningún caso. Aunque también quiero considerar que algunas de esas competiciones de ultra trail más que de correr se trata, en muchos casos, de poner en practica cierta habilidades de ”escalador” a través de crestas, con o sin cuerdas, para las que muchos corredores no tienen la practica suficiente sin olvidar la dificultad añadida de los factores climatológicos.
En definitiva, un trágico suceso, que lamento profundamente, y que me temo que no será el último, que me hace revivir alguna triste experiencia que ya he vivido en otras competiciones de ultra trail.