En profundidad: Alacrán enamorado

FICHA TÉCNICA

Dirección: Santiago A. Zanou

Producción: Alvaro Longoria

Guion: Santiago A. Zanou, Carlos Bardem

Dirección de fotografía: Juanmi Azpiroz

Montaje: Jaume Martí

Dirección artística: Llorenç Miquel

FICHA ARTÍSTICA

Carlomonte: Carlos Bardem

Julián: Álex González

Luis: Miguel Ángel Silvestre

Pedro: Hovik Keuchkerian

Alyssa: Judith Diakhate

Solís: Javier Bardem

Argumento:

ALACRÁN ENAMORADO es una fábula urbana de superación que cuenta la historia de Julián, un chico de barrio que junto con su mejor amigo, Luis, integra un grupo de violentos neonazis liderado por Solís. Julián empieza a entrenar en un gimnasio y se ve transformado por la disciplina del boxeo, la nobleza de su entrenador, Carlomonte, y el amor de una joven mulata, Alyssa. Julián intenta alejarse de su antiguo grupo, pero Luis no puede permitir que abandone “la manada”.

No estamos ante una película sobre neonazis, ni sobre boxeo, ni sobre el romance de un neonazi con una mulata. Estamos ante un film que usa todos estos elementos para demostrar la evolución personal de un personaje principal atormentado por la vida que le ha tocado y para dejar claro que todo lo que nos ocurre está basado en nuestras propias decisiones, que somos los únicos que podemos cambiar el rumbo.

La novela de Carlos Bardem da paso a una cinta que confirma a Zanou como el director que habíamos podido ver en El truco del manco, que no cae en los trucos demasiado fáciles para presentarnos esta historia, aunque sea inevitable que incluso haya gente que la llegue a comparar con otras películas de boxeo.

Las actuaciones están conseguidas, reconozco que tenía alguna duda respecto a Álex González, pero aquí se ha ganado mi respeto. Igual que Miguel Ángel Silvestre, casi irreconocible bajo esa caracterización de nazi -se agradece que no haga de eterno galán por una vez-. Carlos Bardem y Hovik Keuchkerian le dan credibilidad a la vieja gloria del boxeo uno, y al entrenador blando del gimnasio, respectivamente. Sobre Judith Diakhate, le da una fragilidad y a la vez un punto macarra a su personaje que la hace encantadora y Javier Bardem llega a asustar en su papel de líder nazi, no por él, sino por dejar claro que su papel podría bien ser incluso nuestro vecino.

Una apuesta arriesgada para la cartelera española, pero una propuesta interesante para ir sin prejuicios y dejarse llevar tranquilamente, sin grandes efectos especiales o presupuestos hinchados con 3D.