FICHA TÉCNICA
Dirección: Wes Craven
Guión: Wes Craven
Producción: Wes Craven, Iya Labunka, Anthony Katagas
Producción ejecutiva: Ryan Kavanaugh, Tucker Tooley, Andrew Rona
Dirección de fotografía: Petra Korner
Diseño de producción: Adam Stockhausen
Montaje: Peter McNulty
Diseño de vestuario: Kurt and Bart
Música: Marco Beltrami
Supervisión musical: Ed Gerrard
FICHA ARTÍSTICA
Bug: Max Thieriot
Alex: John Magaro
Jerome: Denzel Whitaker
Penelope: Zena Grey
Brandon: Nick Lashaway
Brittany: Paulina Olszynksi
Jay: Jeremy Chu
Fang: Emily Meade
Abel: Raúl Esparza
Argumento:
En la tranquila ciudad de Riverton, Massachusetts, cuenta la leyenda que el Destripador de Riverton, un asesino en serie de personalidad múltiple, juró que volvería para matar a los siete niños que nacieron la noche de su muerte.
¿Por qué? La leyenda sigue diciendo que tenía siete personalidades, y que solo una era el asesino. Las otras seis pidieron ayuda, pero en el caos que siguió a su última serie de crímenes, la policía disparó y el asesino murió. Es de suponer que las siete personalidades también desaparecieron en ese momento. Pero la personalidad del Destripador quiere vengarse.
Siempre había sido la típica historia de fantasmas que se contaba para asustar a los críos de la pequeña y soñolienta ciudad, hasta el día en que los Siete de Riverton cumplen 16 años y un desconocido empieza a asesinarlos uno a uno.
¿Se habrá reencarnado el psicópata en uno de los Siete de Riverton o tal vez sobrevivió aquella fatídica noche cuando cayó al río después de un brutal accidente de coche? El cuerpo nunca se encontró, y la policía se inclina por esta explicación lógica.
Pero ¿fue realmente así? Un chico deberá desvelar el misterio antes de que él y el resto de los Siete de Riverton mueran asesinados.

Parece que mentira que sea Wes Craven el autor de esta película. Una especie de thriller, porque quitando un par de sustos concretos, el film no consigue hacer pasar miedo.
Tirando de leyenda urbana comienza la historia que involucra a un grupo de siete adolescentes estupendos que irán cayendo como moscas. Uno tendrá en su mano el desenmascarar al asesino, sin saber si se ha levantado de su tumba o es uno de ellos. Es el juego del gato y del ratón intentando confundirnos. La historia se va desinflando por momentos y llegados al final, todo se vuelve más previsible de lo que nos olíamos.
Sí que es cierto que tiene algún toque de humor dado que sus personajes son arquetipos: la fanática religiosa, la malota que esconde algo, el cachas tonto, el héroe tímido y buenazo… El conjunto funciona, pero por separado no deja de ser otra película de adolescentes aterrorizados.
No deja de ser curioso el uso de mito haitiano de que una persona en vez de tener personalidad múltiple, tiene diversas almas y cuando el cuerpo muere, esas almas no mueren, sino que se introducen en otros cuerpos. Podría haber dado más juego y haberlo dejado más claro y no tan diluido.
Pero no todo va a ser malo, si hay algo destacable de la película es la fotografía, adecuada para una película de terror y que le da el aura que debiera tener, es de los mejores aspectos estéticos del film. Y una de las razones por las que se deja ver, porque vale, puede que no sea una gran película de terror, pero es pasable, entretiene y es fácil de ver.
