FICHA TÉCNICA:
Dirección: Christian Petzold
Guión: Christian Petzold
Producción: Florian Koerner Von Gustorff, Michael Weber
Fotografía: Hans Fromm
Montaje: Bettina Böhler
FICHA ARTÍSTICA:
Bárbara: Nina Hoss
André: Ronald Zehrfeld
Klaus Schütz: Rainer Bock
Dra. Schulze: Christina Hecke
Stella: Jasna Fritzi Bauer
Argumento:
Alemania Oriental, verano de 1978. Barbara es una doctora que estuvo presa en Berlín Occidental. Cuando sale en libertad, la mandan al hospital de un pueblo de la RDA. Al principio, su estancia allí es una tortura, pues se ve sometida a constantes inspecciones, pero pronto acaba adaptándose gracias a la ayuda del jefe del hospital. Los casos más urgentes que se le presentan son el de una embarazada procedente de un campo de prisioneros y el de un chico que intentó suicidarse.
En España nos quejamos mucho de la cantidad de películas sobre la Guerra Civil que se hacen, pero lo cierto es que no somos los únicos en intentar comprender y retratar los hechos del pasado que resultaron tan traumáticos que décadas después todavía no se han superado. Todos los países tienen estos eventos o periodos que son difíciles de olvidar, y para Alemania, después de la II Guerra Mundial vino el Muro. No es que sean las únicas películas alemanas que se hagan, pero si pienso en el cine de ese país que más repercusión ha tenido a nivel internacional en los últimos diez años hay tres títulos que se me vienen a la mente en seguida: El hundimiento, Goodbye Lenin! y La vida de los otros. Una vez más, el nazismo y la RDA. Dentro de este marco Christian Petzold nos presenta Bárbara, la historia de una mujer y cómo su deseo de huir entra en conflicto con su sentido del deber.
No creo que Bárbara encuentre el mismo éxito comercial que alcanzaron Goodbye Lenin! o La vida de los otros, ambas películas rodadas con estilos claramente internacionales y para un público amplio. Esta película es quizá, demasiado “europea” para eso. Petzold narra la historia de esta doctora con ritmo firme y constante, pero lento y contenido, como la vida de la propia Bárbara.
Las interpretaciones de Nina Hoss y Ronald Zehrfeld son, sin duda, lo mejor de esta película. Ella se echa encima el peso de la narración y su actitud contenida, distante y de desconfianza encuentra un buen contrapunto en la calidez del personaje de Zehrfeld que intenta acercarse, sin juzgar ni el pasado ni las intenciones de la protagonista. Si bien esta película no destaca tanto por su tratamiento del momento histórico en el que se desarrolla – los agentes socialistas, los vecinos que sospechan de todo, los encuentros clandestinos son cosas que ya tenemos muy vistas-, sí que tiene un valor profundo en lo que a la historia humana se refiere. Los sentimientos encontrados, así como el poder de nuestros principios sobre nuestros actos son los temas que finalmente afloran de forma más exitosa en esta interesante película.