FICHA TÉCNICA
Dirección: Paco Plaza
Guion: Luiso Berdejo, Paco Plaza
Producción: Julio Fernández
Dirección de fotografía: Pablo Rosso
Dirección de arte: Gemma Fauría
Montaje: David Gallart
Vestuario: Olga Rodal
Música: Mikel Salas
Peluquería y Maquillaje: Patricia Reyes
Efectos Especiales Maquillaje: David Ambit
Efectos Especiales Digitales: Àlex Villagrasa
FICHA ARTÍSTICA
Clara: Leticia Dolera
Koldo: Diego Martín
Rafa: Ismael Martínez
Primo Adrián: Àlex Monner
Natalia: Claire Baschet
Atún: Sr. B
Tita, hermana de Clara: Jana Soler
Tío Víctor Pepe: Emilio Mencheta
Domingo: Adolf Bataller
Manoli: Dolores Martín
Quiquín: Blai Llopis
Menchu: Mireia Ros
Abuelo Matías: José de la Cruz
Cura: Xavier Ruano
Argumento:
La tercera entrega de la franquicia [REC] cuenta la historia de Koldo y Clara, una pareja hecha el uno para el otro. Van a celebrar su enlace acompañados de sus seres queridos. Pero una negra sombra se cierne sobre ellos. En el día más feliz de sus vidas, el infierno va a desatarse.
Esta tercera entrega destaca por su humor y la banda sonora principalmente. Pero por ir por partes, aparte de una breve explicación de cómo comienza todo, la película se caracteriza por el uso del humor negro, la mala leche y unos cuantos personajes que darán juego para ese sentido del humor que comento, pero que no os voy a contar para no destriparos nada. Lástima que entre esos momentos y los de tensión con los infectados apareciendo haya otros románticones que te sacan un poco de la historia, pero hay que concederles a los tortolitos eso en el día de su boda.
Ni qué decir tiene que ver a Leticia Dolera diciendo ensangrentada y hasta las narices Hoy es mi día no tiene precio, y ver a Diego Martín incansable en la búsqueda de su dama, pero a la vez con más miedo que un cervatillo en un bosque lleno de cazadores, nos concede credibilidad a la historia. Y es que los zombies asustan. Sobre todo si protagonizan alguna escena gore y bastante sangrienta como es el caso. Momentos impagables aquellos que recuerdan a Braindead, por ejemplo.
Sin duda es una buena apuesta española, que está aderezada por toda la caspa musical de los 80 y 90 que se han podido encontrar, desde Tino Casal pasando por La Bamba o Australian Blonde, hasta terminar con algo más moderno como es Iván Ferrero. Tampoco queremos desmerecer el trabajo que realiza Mikel Salas, que le da el toque necesario al conjunto.
Desde luego, si todas las bodas fueran así, nadie iría a ninguna, pero por suerte, ésta es la única a la que uno puede ir y no salir manchado o infectado, o lo que es peor, mareado del movimiento de cámara en mano, que en esta ocasión se usa como recurso al principio del film para finalmente abandonarnos a la imagen de toda la vida.
La dirección de Paco Plaza nos deja con buen sabor de boca, entretenidos y con ganas de saber qué sorpresas tendremos para la próxima entrega. Así sí.