FICHA TÉCNICA:
Dirección: Robert B. Weide
Guión: Robert B. Weiden
Producción: Robert B. Weide
Montaje: Robert B. Weide, Karoliina Tuovinen
Argumento:
El icónico escritor, director, actor, comediante y músico Woody Allen accede por primera vez a que una cámara documente el proceso creativo que guía cada una de sus películas. Con este acceso ilimitado durante un año y medio, el director Robert Weide, ganador de un Emmy y nominado a un Oscar, capta el día a día de una de las leyendas vivas del séptimo arte con el objetivo de ofrecernos la biografía definitiva sobre Woody Allen.
Generalmente, 40 años de carrera suelen ser más que suficientes para que a uno le hagan un documental que repase toda su obra – desde los comienzos hasta los últimos trabajos, pasando por el ascenso al estrellato, los mejores momentos y también los peores. Sin embargo, cuando se trata de Woody Allen, resulta algo curioso, ya que casi nadie es capaz de decir que ha tenido su mayor éxito comercial -Midnight in Paris- después de llevar cuatro décadas en el negocio, y sigue tan prolífico como de costumbre, a pesar de que los resultados no siempre estén a la altura.
En este marco, este documental se presenta como pieza fundamental tanto como para sus fans más acérrimos como para los neófitos, recorriendo con bastante detalle casi toda la carrera del cómico y director, así como sus desventuras amorosas, más que nada por el gran impacto que estas han tenido en toda su obra. Desde las musas que fueron compañeras también fuera de la pantalla – Diane Keaton y Mira Farrow – como sus actrices fetiche de los últimos tiempos – Scarlett Johansson o Penélope Cruz-.
Pero, además del contenido histórico/artístico de este documental, lo que lo hace de visión casi obligatoria es poder ver el genio y la visión de Allen a lo largo del tiempo. Cómo su gracia natural lo convirtió en cómico, y su inteligencia lo llevó a evolucionar hacia la comedia humana y profunda que tantos éxitos le ha dado. las casi dos horas de metraje están plagadas de declaraciones en las que se nos muestra a un artista al cual, al contrario que a muchos, su falta de ego quizás le haya privado de alcanzar cotas más altas. Lo cual no deja de resultar gracioso teniendo en cuenta de que, si sólo hubiera hecho la mitad de las películas que ha hecho, ya hubiea pasado a la historia del cine.