FICHA TÉCNICA
Dirección: Jason Reitman
Guion: Diablo Cody
Producción: Diablo Cody, Lianne Halfon, Mason Novick, Jason Reitman, Russell Smith, Charlize Theron
Música: Rolfe Kent
Dirección de fotografía: Eric Steelberg
Montaje: Dana E. Glauberman
Diseño de producción: Kevin Thompson
Vestuario: David Robinson
FICHA ARTÍSTICA
Mavis Gary: Charlize Theron
Buddy Slade: Patrick Wilson
Beth Slade: Elizabeth Reaser
Matt Freehauf: Patton Oswalt
Hedda Gary: Jill Eikenberry
David Gary: Richard Bekins
Sandra Freehauf: Collette Wolfe
Argumento:
Mavis Gary es una escritora de novelas románticas que regresa a su pueblo para reconquistas a su novio del instituto, ahora felizmente casado. Cuando volver a casa resulta más difícil de lo que esperaba, Mavis entabla una extraña relación con otro antiguo compañero de clase que tampoco ha superado el instituto.
De lo que uno se acordará después de ver la película será de Charlize Theron y su treintañera inmadura, semialcóholica y algo chiflada, el resto pasará a un segundo plano, porque aunque queramos o no, la trama principal, que puede parecer recuperar a un amor de instituto, en realidad es el paso a la madurez rodeada de momentos cómicos, de vergüenza ajena y algo trágicos.
Obviamos a Patrick Wilson, que no comprendemos como una mujer de la talla de Theron quiere recuperarle. Ni físicamente ni emocionalmente, es uno de los personajes más sosos del mundo -y el actor tampoco es que llame la atención-, pero como contrapunto tenemos a Patton Oswald, con el típico personaje feucho, marginado y que además es un friki, pero que Oswald sabe llevar muy bien y darle otro aire.
Se nota que Diablo Cody sabe lo que hace, y eso se refleja sobre todo en los diálogos, y sino, atentos a la conversación entre Mavis y Sandra, espectacular contrapunto entre la que se queda en el pueblo atrapada y la que huyó en cuanto pudo. Y sin olvidarnos de las charlas con Matt, que parece que es el único que tiene la cabeza en su sitio y se lo hace ver a Mavis.
Es una historia amarga, con sus toques -el momento de conocer a la madre de Mavis es una genialidad- y con una reflexión sobre la madurez, la soledad y la frivolidad que termina dejando un poco frío porque cuando lo normal es que el personaje protagonista se transforme, aquí no queda muy claro que Mavis haya aprendido la lección.
Sea como sea, solamente por ver a Theron en este papelón, merece la pena dejarse caer por esta inmadurez.