Revista Cocina

Enero en Lanzarote

Por Aliswhim @aliswhim

Hacía tiempo que no publicaba fotos de viajes o paseos, pero este último las fotos de este viaje han merecido la pena y os quiero mostrar algunas. A finales de Enero, en Lanzarote, no hacía demasiado buen tiempo. Frío y lluvia fina nos han acompañado los siete días. A pesar de eso, la isla se deja visitar. Hay tantos rincones y lugares originales que vale realmente la pena. Los habitantes de allí nos dijeron que era un invierno atípico muy frío y lluvioso. A pesar de ello, algunas tardes conseguimos ver el sol.

De las casi 800 fotos que hice, muchas de lugares preciosos que permanecerán en nuestras mentes como buenos recuerdos, he seleccionado estas como muestra.

Costa de Lanzarote

1. Las rocas volcánicas configuran las costas de la isla.
Su color oscuro, casi negro, contrasta con el azul del mar y la espuma de las olas.

 

Jardín de los Cactus, César Manrique

2. Un lugar que hay que visitar. Hermoso jardín construido en forma de olla. Una gran variedad de cactus y piedras, en distintos niveles, constituyen un hermoso conjunto. Coronado por un antiguo molino, el jardín es una de las obras de César Manrique, artista que tanto hizo por embellecer y proteger la isla.

 

Jardín de los cactus Lanzarote

3. El Jardín de Cactus junto al molino que corona el entorno.
Desde allí se puede ver la costa y el Charco del Palo.

 

Monte Corona Lanzarote

4. El volcán la Corona, de 609m, es el mayor accidente volcánico al norte de Lanzarote. Su enorme cráter de casi 500 m. de diámetro es uno de los mayores. Una erupción dio lugar al río de lava que configuró las Cuevas de los Verdes y los Jameos del Agua.

 

Vista de Lanzarote desde el Mirador del Rio

5. En el extremo norte de la isla se encuentra el Mirador del Río. Además de una vista inmejorable de la Isla La Graciosa, se puede ver la costa oeste de Lanzarote, precioso.

 

Lanzarote plantaciones

6. Los sistemas agrícolas denominados enarenados de la Geria (tierra volcánica y círculos formados con piedras para proteger del viento las viñas, se crean artificialmente en otras partes de la isla. Redondeados o rectangulares como habitaciones, abrigan árboles y huertos, dando al paisaje un aire singular y único.

 

Lanzarote, Fundación Manrique

7. Algunas de las zonas de la casa-fundación de César Manrique son archiconocidos. A pesar de eso no debe dejar de visitarse. Construida entre los huecos dejados por los ríos de lava, tiene un montón de rincones magníficos y se pueden hacer fotos.

 

Cala Famara

8. Un sueño para surfistas. Cala Famara, al norte de la isla, está mecida por fuertes vientos. El pequeño pueblo es agradable de visitar y se puede comer muy bien.

 

Playa de las Mujeres

9. Punta Mujeres, junto con Arrieta, son pueblos marineros típicos lanzaroteños con gran encanto. Están unidos por un paseo. A la entrada del pueblo hay plantaciones de Aloe, otra de las riquezas de la isla.

 

Caleta del Mojón blanco cerca de Órzola

10. Cerca de Órzola encontramos esta preciosa playa llena de contrastes. Arena blanca, piedras negras, plantas de un verde brillante y líquenes ocre. Bellísimo paisaje que nos sobrecogió profundamente.

 

isla La Graciosa

11. Las más bellas fotos las hice en esta isla, desertada por los turistas debido al mal tiempo. Pasamos el día paseando por la costa y visitando las pocas casas del pueblo de pescadores La Caleta del Sebo

 

Atardecer en el Puerto del Carmen, Lanzarote

12. Tuvimos dos atardeceres bellísimos, el primero fue más bello pero no tomé fotos. Me conformo con este, hermosas vistas desde el paseo en el centro del pueblo.

 
 

No hemos parado de un pueblo a otro, recorriendo varias veces toda la isla. No puedo decir que lo haya visto todo, pero sí muchas cosas. La verdad, no esperaba que hubiera tanto para ver en una isla tan pequeña. Lanzarote, en las islas Canarias, tiene unos 150.000 habitantes y 60 km de punta a punta. Hay pueblos muy turísticos y otros pueblecitos típicos canarios.

Nos alojamos en Playa del Carmen, a tiro de piedra del aeropuerto, un lugar estratégico que nos permitió recorrer la isla con gran facilidad, al estar bien comunicado. A pesar de estar en una zona muy turística y céntrica sólo oíamos el ruido de las olas y teníamos una vista inmejorable del mar.

Mar, mar y mar, se ve por todas partes, olerlo, sentirlo, el mar me encanta y me falta tantísimo. La costa Este tenía un mar relativamente tranquilo, pero en Oeste y en el Norte las olas eran impresionantes, un paraíso para los surfistas.

Si se quiere hacer el circuito turístico típico es mejor coger un vale de 30 Euros en la Oficina de Turismo. Casi todo merece la pena: El Mirador del Río, excursión en autocar por el parque natural del Timanfaya, los Jameos del Agua, la Cueva de los Verdes, el Jardín de los Cactus y el Museo de Arte contemporáneo de Arrecife, en el Castillo (aunque este último nos decepcionó). El Parque del Timanfaya lo intentamos visitar en dos ocasiones, llovía los dos días, el segundo nos decidimos por hacer el recorrido en autocar. Es impresionante la pericia del chófer del autobús por aquellos barrancos y carreteras estrechísimas que recorren el volcán. Los que fueron en camello acabaron chorreando porque no paró de llover, además hacía frío, sólo 12ºC.

Hicimos una excursión en la Isla La Graciosa, desde la Caleta del Sebo hasta Pedro Barba, por el borde del mar. Por un sendero un poco arriesgado, la verdad, una hora de camino complicado pero muy hermoso. Cuando llegamos a Pedro Barba nos dijeron que allí no había donde comer, así que tuvimos que dar media vuelta muertos de hambre. La isla, muy rústica tiene rincones bonitos, muchas cosas viejas y auténticas. Es ideal para pasar el día. Se llega en barco de Órzola, a pesar de parecer tan cerca se tarda unos 30 minutos de travesía.

También visitamos la Fundación de César Manrique, precioso. Aunque me decepcionó la visita de su casa en Haría, por 10 Euros la entrada me pareció carísima por un recorrido de cinco minutos y prohíbido hacer fotos. El pueblo de Haría se sitúa en “el Valle de las mil palmeras”, se sube por una carretera de infarto que lleva hasta Teguise.

Recorrimos muchas playas y rincones, Cala Famara, Playa de las Mujeres, Arrieta, la Santa, los Hervideros, las Salinas del Janubio, la Geria y sus viñas. Los Hervideros, Playa Blanca, El Golfo, Las Salinas del Janubio…

Teguise, Yaiza, San Bartolomé, Órzola, son pueblos por los que hay que pasar.

Me ha quedado un buen recuerdo de Lanzarote, gente agradable, comimos bien en general, bellos paisajes, disfrutamos de lugar insólitos en los que estábamos solos. Aunque seguro que en Julio o Agosto la isla estará abarrotada de gente. Lanzarote merece la pena y espero que la mantengan así mucho tiempo.

 

Comimos bien y recomiendo:

  1. el restaurante El Risco de la Caleta de Famara: salpicón de pescado fresco, buenísimo, arroz caldoso con carabineros y mejillón, buenísimo. Vino de la tierra, Cala Famara, delicioso. El mejor que probamos,
  2. el chiringuito de Arrieta: patatas arrugadas con mojo verde y rojo, cherne a la plancha (mero) buenísimo y muy fresco
  3. el restaurante Mirador del Valle en el Valle, en la carretera entre Haría y Teguise: comimos patatas arrugadas con mojo verde y rojo, cerdo ibérico, pescado fresco de roca a la plancha.
  4. el restaurante El Volcán de Yaiza: es lugar de parada de un montón de autocares de turistas que van a visitar el Parque de Timanfaya. Comida casera gustosa y a buen precio.
  5. Los vinos de la tierra hay que probarlos, tienen un sabor y aroma realmente especiales.

Comimos mal:

  1. el Bar Playa de la Barrilla en Puerto del Carmen: el lugar muy bonito, muy concurrido por los buceadores pero nos sirvieron cocido de lata, mojo avinagrado y pescado congelado.
  2. la Cafetería Mesón de la Tierra en la Isla La Graciosa: Parrillada de pescado muy fresco pero muy mal presentado y servicio pésimo.

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