De Souza posa con una réplica pequeña de la Copa y con el MVP - Foto: Toni Delgado.
“¡Cómo sois los periodistas! ¡Me hacéis hacer cada cosa!”, se queja Erika De Souza (Río de Janeiro, 1982) cuando le sugiero que saque de la caja el trofeo del MVP de la Copa de la Reina que acaba de recibir y que pose con él para la foto. Según su entrenador, Lucas Mondelo, De Souza responde al perfil de “antiestrella, no quiere ningún tipo de protagonismo” y por eso no le gusta demasiado conceder entrevistas. En ésta con Cronómetro de Récords, en el Pabellón Príncipe de Felipe de Arganda del Rey, la pívot brasileña se muestra tal y como es: espontánea como los niños, sincera y divertida.
TONI DELGADO / Arganda del Rey
- Erika, ¿eres muy feliz, no?
Por supuesto.
- Me refería no sólo a ahora, sino en general.
Sí. Hago lo que más me gusta, tengo, tenemos 5.000 personas que nos apoyan. No sé, soy muy feliz.
- Celebras igual las canastas, vayáis ganando de 20, de 10, perdiendo...
Es que soy brasileña. Tengo esa sangre en mis venas. Me gusta celebrar, llevar a la gente dentro del campo. Y me gusta disfrutar de lo que hago, con lo único que me siento emocionada, que es jugar a básket. Me gusta contagiar de alegría a la gente que está ahí en la grada.
- Y mira que empezaste a jugar por no barrer en casa...
[Se ríe]. Pues sí. Soy muy feliz. Y ahora por fin voy a celebrar mi cumpleaños, que fue el viernes [por el pasado 9 de marzo] y no he podido hacer.
- ¿Cómo te sientes con un reconocimiento individual como el MVP de la Copa?
Me alegro mucho. Si no fuera por mis compañeras y la gente que está en la grada no lo habría conseguido.
- ¿Por qué crees que transmites tanto como persona y como jugadora? Un gesto tuyo hace reaccionar a la gente para bien y, seguramente, también para mal.
Pues lo sé, te lo juro. Todos los periodistas me hacéis la misma pregunta. Creo que ha nacido conmigo, es una cosa mía y por más que la gente intente callarme no lo conseguirá. Soy así, voy a seguir siendo así y me gusta ser así.
- Auténtica 120%.
Sí [se ríe].
- ¿Te da muchos problemas esa autenticidad?
Sí, sí, sí. Incluso en Salamanca he tenido problemas. Cuando estás en el otro equipo la gente va a por ti. Me da igual. Lo que más me gusta es disfrutar en la cancha independientemente de dónde estoy, contra quien juego... Me gusta disfrutar.
- ¿No te controlas nada entonces?
No, no. Me da igual que la gente me chille. Lo que más quiero es disfrutar con mis compañeras.
- ¿Con qué imagen de la Copa te quedas? ¿Con algún rebote ofensivo? ¿Con alguna canasta?
No, no... Me quedo con todo. Desde el viernes que vinimos y entrenamos hasta ahora. De todas las que tengo creo que ésta es la que más he disfrutado.
- ¿Por qué? ¿Por la eliminación en Euroliga y el favoritismo del Ros?
Porque es mi cumple. Porque la gente decía que no podíamos ganarle al Ros, que eran favoritos. Ellos tienen el presupuesto más alto, pero eso nos da igual. Lo más importante es lo que viene de dentro. Da igual lo que digan los demás.
- La cuestión es llevar la contraria.
Por supuesto.