Ayer al mediodía me acerqué hasta Cabo Peñas, y comprobé que continúa bastante animado de pajarinos. Entre otras cosas eso se debe a que han quedado pequeños maizales sin roturar y con restos de la siembra, y eso proporciona alimento y refugio a los paseriformes.
Ya comenté en una entrada anterior la variedad de fringílidos que se puede ver por la zona. A ellos se ha unido una pequeña cantidad de escribanos palustres Emberiza schoeniclus que andan también por la zona de los maizales. Es probable que se alimenten aquí y se desplacen a dormir al carrizal de Verdicio, que está bastante cerca. Entre los escribanos que localicé estaba éste con anilla, que quizás haya sido anillado por Manuel Quintana en la zona del carrizal.
En total observé unos 10 escribanos más o menos, entre ellos este interesante macho adulto, que no son muy habituales. La proporción de hembras y jóvenes es muy superior entre los invernantes.
Los escribanos palustres que invernan en Asturias vienen fundamentalmente de la fachada occidental de Europa, y permanecen aquí entre noviembre y marzo más o menos.