El escribano soteño se reproduce en Asturias de forma irregular, ocupando áreas de campiña con abundancia de setos y preferiblemente zonas de cultivo. Prefiere las zonas bajas, por debajo de los 200 m de altitud, aunque en ocasiones puede subir de dicha cota, en especial en la mitad occidental. El Atlas de Aves Nidificantes de la COA calcula en total, a grosso modo, entre 4.000 y 6.500 parejas de la especie.
Se trata de un ave casi en exclusiva europea, con un área de distribución que gira en torno a la cuenca mediterránea, y una pequeña extensión en el norte de África. Las poblaciones más al norte son migradoras, pero en invierno se trasladan a zonas ya ocupadas por la especie, tal como ocurre con estos escribanos que en invierno se localizan en Gozón. En la Península Ibérica es más frecuente en la mitad norte.
El escribano soteño se alimenta básicamente de semillas, en especial de gramíneas, que obtiene prospectando exhaustivamente el suelo, rebuscando entre la vegetación herbácea. Sin duda ninguna es uno de nuestros pájaros más bonitos.
