Revista Cultura y Ocio
África subsahariana es escenario de más de la mitad de todos los conflictos armados del mundo, entre ellos algunos de los que cuentan con mayor número de muertes.
El número de refugiados y desplazados por las guerras sigue creciendo, particularmente en las partes occidental y central.Cerca de dos millones de personas murieron en la guerra civil de Sudán y en las consiguientes hambrunas.
En el sur de Sudán, más de tres millones de personas afrontan una severa escasez alimentaria provocada por la guerra civil y la sequía, según un informe conjunto de la FAO y de Programa Mundial de Alimentos.
Tres cuartas partes de los países de la región son víctimas de conflictos armados o sufren la amenaza de inmimentes levantamientos.
Los conflictos se concentran en la franja de territorio que se extiende desde el Cuerno de Africa, sobre el océano Pacífico, hasta Angola, en la costa atlántica.
En Etiopía, que acaba de terminar una guerra con Eritrea, unos 6,2 millones de campesinos afectados por la sequía necesitan urgente asistencia alimentaria. Etiopía solicitó a la comunidad internacional 470.000 toneladas de alimentos y 21,4 millones de dólares para atender este año las necesidades de su población.
Hay 16 países que afrontan emergencias alimentarias: Angola, Burundi, Congo-Brazaville, Eritrea, Etiopía, Guinea, Kenia, Liberia, Madagascar, República Democrática de Congo, Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tanzania y Uganda.
Cuando se mencionan los datos anteriores, no escuchamos nada, el ruido de las balas que matan a miles de inocentes, armas vendidas por países europeos en cabeza de España, son ruidos que nuestros oidos no pueden percibir, pero el sonido de las vuvuzelas hasta nos parece agradable, al fin y al cabo parece una fiesta de esas que hacen las almas perdidas para ahogar sus penas, el sonido de las vuvuzelas es una sinfonía que nos hace olvidar los problemas internos del país y desde luego que no nos permite ni siquiera imaginar lo que pasa a nuestros vecinos.