Mientras los apostadores al turismo enológico se la juegan al todo por todo, una nueva tendencia turística está creciendo y esperando el momento silenciosamente para convertirse en un nuevo máximo producto turístico: se trata de la cerveza artesanal producida minuciosamente por pequeñas factorías. Aunque las ganancias actuales de estos pequeños productores no se comparan a las de las bodegas de vinos, los beneficios del negocio de la cerveza serán exponenciales.
Al menos eso es lo que declara Ramón Ollé, jefe de logística de Rosita, que es una cerveza artesanal producida en la zona de Alcover (Tarragona): "Como producto turístico, sus posibilidades son muy grandes. Las catas duran hora y media, y después los visitantes se quedan en el pueblo a comer o visitar el museo", en cuanto a la derrama económica producida por las visitas a la factoría.
Otro ejemplo del crecimiento de esta tendencia es la Companya Cervesera del Montseny (CCM) que comenzó hace 6 años con sus catas-vermouth y desde entonces se ha consolidado. Esta fábrica de Seva (Barcelona) "abre tres sábados al mes y a menudo llenamos" ha asegurado Julià Vallès, administrador de la CCM, además informa que "los ingresos son sobresueldo para los trabajadores".
VISITAS GUIADAS: HERRAMIENTA DEL MARKETING
Los dos cerveceros coinciden que las visitas a las factorías, ya sea por el boca a boca o por las redes sociales, son una imprescindible herramienta de marketing de la cual se servir para ganar posición en el mundo comercial.
En cualquier caso, la visita a las factorías que producen la cerveza artesana parece ser una novedad de consumo que está creciendo en varios países de Europa como Bélgica, los Países Bajos, entre otros, y que tiene la posibilidad de convertirse en una nueva tendencia que dejará huella en el mundo turístico.
Fuente: easyviajar.com