Revista Cine

Esperando al rey

Publicado el 03 julio 2016 por Spiderman @cineylibertad

IMG_6703.CR2El cine americano, con mayor o menor acierto, aunque acercándose claramente a la realidad, ha contado la génesis o las consecuencias de la recesión económica y recordamos títulos como  The company  men  en la que aparecía Kevin Costner, Margin call con Kevin Spacey y la reciente, La gran apuesta.

El director de cine y compositor de bandas sonoras, Tom Tykwer,  ha sido el encargado de llevar a buen puerto, nunca mejor dicho, Esperando al rey, basado en la novela de Dave Eggers. Esta coproducción alemana/estadounidense ha recibido 3 nominaciones (película, montaje y diseño) en el citado país germano.

El protagonista indiscutible de este largometraje  ha sido el novio de América durante muchos años, Tom Hanks, que parece que vive una segunda juventud, tras el éxito cosechado en la excelente El puente de los espías, una de las mejores películas de 2015. Quizás, el problema más grande de esta cinta es que se cuenta una historia intrascendente para tratarse de una novela y todo el peso de la historia recae en un personaje que no tiene nada especial, salvo el modo en el que conecta con su hija porque se percibe que hizo un buen trabajo paternal y educativo con ella.

Alan Clay es un empresario, que necesita reinventarse, después de una negociación fallida que acabó con multitud de despidos en plena crisis económica. Éste recibe el encargo de ir a Arabia Saudita para presentar un potente proyecto al gobernante de esta nación de Oriente Medio, pero este no da señales de vida.

Puede llamar la atención que el protagonista no busque líos de faldas ante tanta soledad, sino va unida a una relación estable y sincera. La película en un segundo plano es  una crítica hacia el integrismo islámico, la pena de muerte y la ausencia de libertad de la mujer que encuentra en una doctora el contrapunto, ya que es utilizada para demostrar que el amor no tiene fronteras. Por otra parte, se apunta el abuso hacia los derechos de los trabajadores, pues, en ocasiones, el modo de reducir costes consiste en la contratación de mano de obra barata, lo que atenta contra la dignidad del trabajador. Esta realidad aparece denunciada en un par de situaciones, pero no podemos decir que esta película sea precisamente un drama social (publicado en Pantalla 90).


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