Revista Salud y Bienestar

¿Estamos comiendo productos naturales?

Por Fersinski
Érase una vez un mundo lleno de negocios e industrias en lo que lo más importante era el dinero y cada vez menos y menos gente se preocupaba por los demás. Afortunadamente hay algunas personas que todavía lo hacen, y es aquí donde realmente empieza nuestra historia de hoy.
Bruce Bradley trabajó más de 15 años como publicista de alimentos en empresas como Nabisco (Kraft), General Mills (Cheerios, Nature Valley, etc) y Pillsbury (Gigante Verde, Yoplait, etc.) hasta que un día se hartó de publicitar cosas que no eran y engañar al público... entonces sacó un libro al respecto.
Tiene también un blog y leí unas cosas de miedo como por ejemplo, los saborizantes naturales. Ya saben, hay productos y productos y productos en el mercado que dicen que son naturales y varios de ellos se justifican en los ingredientes poniendo "colorantes y saborizantes naturales". ¿Quieren saber qué significa eso?
- Secreción glandular de castor. También llamada castóreo, es olorosa y grasosa y el castor la usa naturalmente para acicalar el pelaje pero después de varios procesos, nosotros nos la comemos como saborizante natural. Legalmente, los ingredientes pueden decir únicamente "saborizante natural", no tienen que decir castóreo.
- Estómago de vaca. También llamada cuajo o enzimas, generalmente utilizado para procesar el queso.
- Pelo o plumas. También llamado cisteína o l-cisteína, se usa generalmente para mejorar la textura de panes.
- Secreción de escarabajo. También llamado goma de laca o glaseado en confitería, se raspa de los árboles y plantas para darles mucho color a los dulces.
- Insectos. Como los aztecas, el colorante rojo viene de insectos molidos.
Pero, ¿que qué? ¿Las industrias no se preocupan por nosotros? ¿Que la industria de los alimentos no nos dice toda la verdad? ¡No puede ser! Qué escándalo, algo nunca antes visto. Ya solo falta que me digan que a las autoridades tampoco les importa la salud de la población y no tengan regulaciones.
Escrito por Fernanda Rodríguez del Peón

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