Revista Cultura y Ocio

“Estamos filmando contra viento y marea”

Publicado el 06 septiembre 2019 por María Bertoni
“Estamos filmando contra viento y marea”Fue concurrida la conferencia de prensa que tuvo lugar el miércoles 4 de septiembre por la noche.

Una hora y 45 minutos duró la conferencia de prensa que integrantes de la Mesa de Directores encabezaron el miércoles en el primer piso del cine Gaumont. En este marco, distintos referentes de la comunidad audiovisual argentina retomaron críticas y reclamos expuestos en un comunicado emitido a fines de agosto, y dirigido a la actual gestión del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. La extensión del acto dio cuenta de la cantidad de colectivos y asociaciones que adhirieron a la gacetilla y la enriquecieron con aportes precisos.

Directores, productores, distribuidores, sonidistas, iluminadores, montajistas, vestuaristas, maquilladores, incluso exhibidores adheridos a la red de Espacios INCAA denunciaron in situ o por escrito –en palabras del vocero de Federación Audiovisual de Técnicos– “la crisis inédita en cuanto a sus dimensiones y complejidad” que atraviesa el sector, producto de las irregularidades observadas, sobre todo desde que Ralph Haiek preside el Instituto de Cine. La mayoría de los expositores coincidió en denunciar la subejecución del presupuesto destinado a fomentar la producción cinematográfica, la suspensión de créditos y concursos, las dilaciones a la hora de pagar premios y subsidios, las trabas administrativas impuestas al esquema de selección de proyectos, la laxitud a la hora de fiscalizar el cumplimiento de la cuota de pantalla, la desactivación de dos órganos vitales del INCAA: el Consejo Asesor y la Asamblea Federal.

“Venimos penando hace rato” afirmó el representante de la Asociación de Productores Independientes de Medios Audiovisuales, en alusión a los “interminables procesos administrativos ilegales” que complicaron “como nunca” el acceso a la financiación. “Todo esto gravita en la calidad de las películas”, agregó. “Se pone en riesgo la factura técnica y artística, disminuyendo la competitividad de nuestras obras, y nosotros no tenemos las condiciones de previsibilidad necesaria para realizar nuestro trabajo”.

Por su parte, los distribuidores de cine independiente sostuvieron: “La cuota de pantalla dejó de ser fiscalizada desde fines del año pasado; por eso son cada vez menos las películas argentinas que logran llegar a los espacios multipantallas. Y aquéllas que sí llegan lo hacen en horarios marginales”.

Las voceras del sector contaron que, desde el segundo trimestre de este año, se estrenan entre once y trece películas por semana en el Gaumont. Explicaron que tamaña cantidad atenta contra la permanencia de estos films.

Los distribuidores presentaron cuatro reclamos: fiscalización de las salas de todo el país, “en particular de aquéllas ubicadas en los grandes centros urbanos, que representan el 75 por ciento del total del mercado”; políticas de protección para exhibidores que programen cine de autor argentino fuera de los Espacios INCAA; más cuota de pantalla para el cine independiente y el cine documental; “que no se permita cubrir la cuota pantalla con una sola película”.

A su vez, los administradores de Espacios INCAA ubicados en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Formosa, Jujuy, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Mendoza, Neuquén, Río Negro denunciaron la falta de fondos estipulados para el mantenimiento de las salas. Asimismo advirtieron sobre la necesidad de defender la proyección de cine argentino desde una perspectiva federal, con políticas que fortalezcan el circuito de exhibición estatal.

Fueron muy significativos los pronunciamientos provenientes de Misiones, Jujuy, Tucumán. Las asociaciones creadas en estas provincias aseguraron que son cada vez más escasas las producciones locales y también levantaron la consigna de federalización de la producción y exhibición.

A través de un comunicado propio, la Cámara de la Industria Audiovisual de Tucumán lamentó que se haya interrumpido la realización del concurso Raymundo Gleyzer. Esta iniciativa “permitió a muchos de los realizadores extra CABA acceder a las vías de financiamiento pero sobre todo acercó capacitación a las provincias” precisaron los autores del texto institucional.

En representación de sus nueve compañeros, Fernando Romanazzo se refirió a la imposibilidad de filmar los proyectos ganadores de la edición 2017 del concurso Incubadora para el Desarrollo de Proyectos Documentales. El co-autor de ¡Yallah ¡Yallah! retomó los reclamos difundidos en esta gacetilla.

“Estamos filmando contra viento y marea en muchos casos” dijo el flamante presidente de Documentalistas Argentinos (DOCA), Juan Mascaró. Tras contar que el INCAA le asigna menos del 10 por ciento del presupuesto al cine documental, ironizó: “Es como la dádiva destinada al pariente pobre”. Luego llamó a la reflexión: “Hay que entender que el documental supone una forma de producción que ha crecido mucho en los últimos años, que son muy variadas sus formas de producción y que necesita fondos”.

El también director de Escuela Bomba: dolor y lucha en Moreno advirtió sobre el ejercicio de censura, “que no es tradicional como en tiempos de dictadura”. Para ilustrar el nuevo modus operandi solapado, el realizador recordó la cancelación intempestiva del estreno de su largometraje en el Gaumont y la ausencia de discursos en el cierre del 33° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.


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