El pasado jueves 8 de mayo se celebró Ciencia en Redes 2014 en Madrid, un evento sobre comunicación científica organizado por Asociación Española de Comunicación Científica (AECC).
Los ponentes fueron diversos y los proyectos presentados muy interesantes. Puedes ver la programación en este enlace, seguirlo por Twitter con el #CnR14 y ver las fotos aquí.
Fue enriquecedor porque además de conocer gente y acordar posibles alianzas o colaboraciones, se mostraron cuáles son los enfoques y tendencias en comunicación de las Ciencias. Como si fuera poco, la jornada la cerró el astronauta Paolo Nespoli, de la Agencia Espacial Europea.Debo confesar que me sorprendió la clara intención de hacer visible la posición de la mujer en Ciencias. No me lo esperaba. De hecho hubo una ponencia corta donde se señalaron las dificultas de las mujeres dentro del ámbito de las comunicación de las ciencias y se presentaron dos proyectos cuyos objetivos son dar visibilidad a las mujeres de ciencia que ya no están (Mujeres científicas en la Wikipedia) y las que sí están (mujeresconciencia.com).
¿Qué comunicar y cómo?
Por lo que pude interpretar hay dos visiones marcadas entre los comunicadores científicos: por un lado, están los que persiguen el efecto viral, los ‘retuits’ y los clics, y por otro lado, están los que persiguen la meta de generar una comunidad de lectores que vayan más allá del título.
Durante la comida networking (Foto: @illustraciencia)
También se plantearon puntos de vista opuestos en cuanto a los artículos: que si tienen que ser escuetos, con menos de un minuto de lectura, o extensos con un análisis completo del tema tratado o entrevista. Quizás sería mejor preguntárselo a los lectores y sobre todo ser capaces de medir y analizar el efecto de nuestro trabajo.
Preguntas que quedan
Supongo que lo siguiente está abierto a discusión pero me quedan en el aire algunas cuestiones:
¿Hay formas de medir la efectividad del oficio más allá de los clics/’retuits’/tiempo de permanencia en la web? ¿Contribuimos para evitar la deserción de los jóvenes de las carreras científicas? y siendo más ambiciosa: ¿Aportamos al desarrollo de una sociedad dependiente de las ciencias y tecnologías?
Pienso… quizás el secreto está en la ¿educación (científica)?
Sin dudas he aprendido mucho y el año que viene ¡repetiremos!
por Emma O’BrienBióloga comprometida con la educación y divulgación de las Ciencias. @emma_obrien_e