Año: 2008.Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 94 minutos.
Dirección: Gideon Raff.
Intérpretes: Thora Birch, Gideon Emery, Kavan Reece, Gloria Votsis, Derek Magyar, Todd Jensen, Koyna Ruseva.
"Viajando a través de Europa del Este con su equipo de lucha del colegio, Alex asiste a una noche de decadencia en una fiesta que provoca que ella y sus amigos pierdan el tren a Odessa, donde competirán en pocos días. Su entrenador está furioso, pero una misteriosa mujer les ofrece un viaje en un tren alternativo. El entrenados acepta, y los atletas, exhaustos y con resaca, se suben agradecidos. Sin embargo, el tren guarda un terrible secreto, y para Alex y sus compañeros de viaje, una pesadilla repleta de sangre apenas comienza..."
Con Hostel, de Eli Roth en 2006, se abrió un nuevo subgénero en el tan mencionado casillero de la 'porno-tortura: el psico-social. Ya en Hostel y su secuela veíamos a personas adineradas pagar por torturar y matar gente; en Turistas, del mismo año, un grupo de chicos se las veía durante sus vacaciones en Brasil con un equipo especializado en extraer órganos y dárselos a los más necesitados. Claramente, Train podría ser Hostel para Turistas en un tren.
Algo que no puede reprochársele en absoluto a Train es su descarnada visión sobre lo que significa el gore; desde la escena inicial, sabemos que esperar con una brutal y violenta disección de un cuerpo, con música tétrica de fondo, cortesía del fabuloso Michael Wandmacher.
En materia de sangre, cumple y ¡cómo! Hay para todos los gustos y tamaños, y en este aspecto es difícil que un sabueso del horror salga decepcionado.
Lamentablemente, la trama que pergreñó el escritor y director Gideon Raff, en un principio como remake de Terror Train, no tiene el suficiente vuelo como para sentirse una película medianamente original y hasta toma conceptos de sus predecesoras, incluso hasta el ligue femenino hacia las potenciales víctimas. Esto, sumado a que hay un carente interés en desarrollar las personalidades de sus personajes (en ningún momento el espectador se preocupa honestamente por si viven o mueren) Curioso, porque en cierto momento, mientras los personajes juego a 'Verdad/Consecuencia' (o lo que igual, 'Truth or Dare') hay un cierto aire cómplice entre ellos, pero no pasa de esa escena. Si el guionista pudo crear una escena así, no puedo imaginar por qué no varias del mismo tipo a lo largo del metraje.
El elenco tampoco ayuda mucho a esta sensación de desestabilidad. Thora Birch es la protagonista on/off del proyecto: tiene carisma e irradia belleza, pero por momentos es una cargada las reacciones que tiene (cuando encuentra a su novio maltrecho, cero emoción) y por otros, te querés correr de su camino destructivo. Su verdadera fortaleza llega al final de la película pero, ay, para el momento en el que Thora agarra el martillo llegado el final, un momento más que esperado, las ganas del espectador de ver el espéctaculo se quedaron atrás, con las victimas. Gideon Emery es el más deslucido, porque su personaje no tiene sentido alguno y encima el trasfondo homosexual fue todo menos declaratorio (igual, la escena de la camisa es fantástica ;) Los demás, dejan bastante que desear, incluso los villanos de cartón
Si algo tiene de curioso la director de Raff es que, durante todo el tiempo que la acción se desarrolla dentro del tren (lo cual es el 90% de la película), la cámara se mueve y traquetea como si de un movido viaje en tren se tratara. Es un detalle más que vistoso, pero que puede llegar a acabar con tus nervios a medio camino. Tengo que recordar, nuevamente, que la banda de sonido creada por Michael Wandmacher (trabajó en Piranha 3D y My Bloody Valentine 3D) es brutal y bella al mismo tiempo - el tema principal, una inquietante canción de violín en reversa (genius!) es explosivamente sombrío.
Si Train se hubiera construído mejor alrededor de un guión algo sólido para este tipo de propuestas, hubiera funcionado como sus predecesoras, pero tristemente se queda en el intento, y en ser una película para ver cuando uno está aburrido.
Calificación: C+