Con relativa frecuencia hemos visto templos o catedrales católicas que en su exterior tienen efigies o esculturas diversas, y es lo que se denomina como 'gárgola'. A veces algunas críticas anti-católicas han sido referentes a estas figuras, alegando de por qué los católicos tienen estos seres monstruosos en lugares que consideran sagrados..
Una gárgola es sencillamente la parte sobresaliente de una tubería que expulsa el agua acumulada en un tejado. No es en absoluto un invento medieval: egipcios, griegos y romanos las usaron en tiempos antiguos, para evitar que la humedad destruyera los tejados. De hecho, la palabra francesa 'gargouille' es un derivado del verbo 'gargouiller', que procede directamente del griego gargarizó -hacer gárgaras- . Esta es precisamente su función como elemento arquitectónico: la gárgola recoge y expulsa el agua lejos de los tejados y las paredes del edificio evitando así manchar las paredes del templo, y los tejados.
La supervivencia de representaciones griegas y romanas en el arte europeo posterior no desaparecería del todo sino que habrían quedado ciertos residuos, y los gárgolas serían un ejemplo de ello. Parece que algunos arquitectos también quisieron dejar su huella o algún mensaje reflejando diseños extravagantes en las fachadas de algunas catedrales. Y no tienen ningún desperdicio. También existe una leyenda vinculada a la vida de San Roman obispo de Rouen, que sometió a un dragón llamado 'Gargouille', al mostrarle la cruz de Cristo. El Santo decidió colocar la cabeza del monstruo en los muros de la catedral, para dar una advertencia: el mal acecha fuera y solo se vence con la Cruz de Cristo.
Catedral de Salamanca
Esta esquina de la Catedral es una parada obligada para cualquiera que visite Salamanca. Lo cierto es que el astronauta y el diablillo comiendo helado están en la parte más nueva de la construcción y pertenecen a una restauración de 1992. Sin embargo, existen muchísimas teorías alternativas: una de ellas afirma que los extraterrestres fueron los responsables de este objeto moderno en la Catedral del siglo XII.
Catedral de Girona
La catedral, situada en la ciudad catalana de Girona, posee la nave gótica más ancha del mundo y es una de las más bonitas de España. Pero en su lateral derecho, encontramos una gárgola que nada tiene que ver con el resto de la fachada. Según la leyenda, existía una mujer en la ciudad que era bruja y se dedicaba a realizar hechizos contra la religión católica. Incluso, cuentan que pasaba las tardes tirando piedras a la catedral. Durante la procesión del Corpus se escuchó una voz divina que decía: 'piedras tiras, pues en piedra te convertirás'. La bruja se petrificó en la fachada de la Torre Carlo Magno para toda la eternidad.
Catedral Nacional de Washington
La Catedral neogótica se encuentra en el noroeste de Washington, es la sexta más grande del mundo y la segunda más grande de Estados Unidos. Su construcción comenzó el 29 de septiembre de 1907, un momento histórico donde el presidente Roosevelt estuvo presente, y finalizó 83 años después, en 1990 en presencia del presidente George H. W. Bush. Sin embargo, 10 años antes y mientras seguían las labores de construcción de una nueva torre, sucedió un hecho que iba a acabar con la cabeza de Darth Vader incrustada en tan icónica arquitectura.
En 1980, la revista National Geographic World patrocinó un concurso de escultura decorativa para niños. El joven Christopher Rader, de Nebraska, quedó tercero en la competición con su dibujo del personaje de Star Wars. El dibujo se convirtió en una escultura a manos de Jay Hall Carpenter, y fue tallada por Patrick J. Plunkett en la Iglesia.
Palau Generalitat de Catalunya
Es la sede de la Presidencia del gobierno catalán y uno de los pocos edificios de origen medieval en Europa. En el edificio se encuentran una gran variedad de gárgolas figurativas realizadas por Pere Johan, un escultor catalán que también decoró la fachada gótica y que incluye un medallón con San Jorge y el Dragón . Se le hizo el contrato por diez florines, y tanto gustó su trabajo que una vez terminado, recibió el doble de lo estipulado.
La Catedral Notre-Dame de Estrasburgo
La catedral de Estrasburgo en Francia, se considera una obra maestra absoluta del arte gótico. La construcción de la catedral románica, de la que sólo queda la cripta y rastros de su emplazamiento, se inició en 1015. La aguja del edificio actual de estilo gótico se terminó en 1439.
Ante la fachada principal y las portadas de acceso a la catedral de Estrasburgo cualquier amante del arte se puede pasar un buen rato y hacer decenas de fotografías a sus figuras y relieves. Todos ellos de una categoría artística incuestionable. La historia popular dice que el diablo pasó por aquí y se detuvo a contemplar su retrato.
Capilla de Bethléem en Nante
Las gárgolas que adornan la fachada y esquinas de la Chapelle de Bethléem, una construcción de gótico flamígero tardío del siglo XV, están directamente inspiradas en las criaturas de Joe Dante. No es que los arquitectos o los sacerdotes de la época tuvieran especial predilección por ciertos iconos de la cultura popular de unos cuantos siglos en el futuro, sino que las obras de restauración del edificio medieval, que entró en la lista de monumentos históricos franceses en 1911, fueron llevadas a cabo entre 1993 y 1995 por gente con buen sentido del humor. Eso sí, no fueron los primeros ni los más originales, pero gracias a su trabajo el xenomorfo de la Abadía de Paisley, en Escocia, no se sentirá tan solo.
Catedral Santa Maria di Fiore
La leyenda local cuenta que mientras se construía la maravillosa Catedral de Florencia, uno de los albañiles estaba teniendo un affair con la mujer de un rico comerciante florentino. Cuando el marido lo descubrió decidió llevar el caso a la corte eclesiástica y estos dictaminaron que la aventura tenía que terminar.Como venganza, el albañil colocó este toro en la fachada de la catedral, a modo de símbolo de su amor con la mujer del comerciante. De hecho, los cuernos apuntan al establecimiento donde estaba situada la tienda del rico vendedor.
Sant Júlia de Argentona
Las primeras noticias de la parroquia data del año 1025. La iglesia de estilo gótico tardió se consagró en el año 1539. El arquitecto Puig i Cadafach reedificó en 1897 la capilla del Sacrament, incorporando elementos modernistas. Durante la guerra civil española se destruyeron el retablo del altar mayor, obra primordial del gótico catalán, y el púlpito renacentista.
El triunfo del cristianismo en Europa a comienzos del segundo milenio impulsó la formación y expansión de nuevos reinos cristianos y con ellos la necesidad de templos y santuarios consagrados a esta religión. Comienza entonces una fiebre constructiva denominada por la Historia del Arte como Románico que se extiende rápidamente por cada punto del continente y que promueve no sólo la proyección de iglesias y monasterios sino también la producción de todo tipo de imágenes que revistan y decoren estos templos. Se multiplica así su demanda en talleres y canterías de las grandes ciudades llegando a requerir a artistas especializados en esta tarea dando lugar al nacimiento de la iconografía medieval.
La inclusión de todo tipo de mensajes moralizantes catalizadores de fieles eran esculpidos tanto en el interior como en el exterior de los edificios y es en éste último espacio donde las gárgolas tomarán un nuevo papel a comienzos del siglo XII. La continuación de éste recurso arquitectónico en el arte medieval confiere a las gárgolas una función añadida como es la función simbólica.
Existen dos teorías que podrían dar respuesta a la imagen grotesca y tosca de estas esculturas. La primera de ellas hace referencia a leyendas medievales que considera a estas esculturas como almas condenadas por sus pecados a las que se les había impedido la entrada en la casa de Dios. Otra de ellas es que se trata de guardianes de templos sagrados, entidades protectoras que mantienen alejados a demonios y espíritus malignos.
El Renacimiento y sobretodo el Barroco quiso mantener sin embargo su función estética y continuó utilizándolas para decorar sus iglesias. Su presencia en fachadas y cornisas se redujo notablemente y las leyendas medievales dieron paso a las fábulas y epopeyas clásicas, pero esta humanización -o urbanización- las hizo aparecer en otras construcciones como castillos, palacios y, con el paso del tiempo, en ayuntamientos, puentes, y fuentes de prácticamente toda Europa. Así, las gárgolas y quimeras se fundieron con la arquitectura civil hasta ser incluida, absorbida incluso demandada por la iconografía popular como un elemento más de nuestras ciudades en la actualidad.
En definitiva, podemos decir que todas estas gárgolas, grifos y quimeras no sólo fueron el mero producto de una época de leyendas y supersticiones sino que dieron la oportunidad de dar salida y canalizar toda esa imaginación desbordante y potencial creativo que los artistas medievales poseían y que sin duda consiguieron plasmar en estos guardianes de piedra.
Fuente e imágenes: Historia2.0
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