Extras

El tiempo lo está confirmando: sin lugar a dudas el dúo que forman Ricky Gervais y Stephen Merchant es uno de los más divertidos e hilarantes del panorama actual. En su primer gran éxito, The office, hicieron gala de un inteligente humor británico que sustentaba sus golpes cómicos en las situaciones incómodas. En Extras vuelven a incidir en este mismo tipo de humor, solo que esta vez cambian el telón de fondo, su mordaz crítica irá dirigida en contra del medio que les da de comer: tanto el cine como la televisión.
Andy Millman (Ricky Gervais) trabaja como extra en aquellas películas en las que consigue entrar. Constantemente intenta pasar a un plano superior, insiste en que es un buen actor e intenta que le den alguna frase o papel más importante en las películas. Este es el argumento de la primera temporada. En la segunda, Millman consigue hacer una serie para la BBC pero no es exactamente lo que él quería hacer, todos comienzan a meter mano al proyecto y cambian por completo la idea original de Andy. El protagonista contará en su ascenso hacia la fama con Maggie (Ashley Jensen), su mejor amiga, y Darren Lamb (Stephen Merchant) su patético agente. Las actuaciones del trío protagonista no pueden ser más geniales, los tres son grandes actores de comedia y no tienen ni un solo gesto que no haga soltar una carcajada al público.Posiblemente el tema central de Extras sea la fama, y como algunas personas son capaces de todo por conseguirlo. Para hacer su comedia aún más divertida, Ricky y Stephen han conseguido (no sin grandes dificultades), que en cada capítulo de Extras aparezca un famoso, el cual, por lo general, acaba siendo satirizado hasta límites insospechados. Patrick Stewart es un salido que solo piensa en ver mujeres desnudas, Orlando Bloom es un engreído que tiene un odio exacerbado contra Johnny Depp, Daniel Radcliffe es un crío mimado que intenta dárselas de adulto, Ben Stiller es un cabrón sin escrúpulos, Les Dennis es un personaje completamente patético, Kate Winslet es una mujer borde, desagradable y obscena.Además de todas estas estrellas encontramos también a Ian McKellen, Samuel L Jackson, David Bowie, Clive Owen o Robert De Niro. Es increíble y admirable que todos se tomen a risa de esa manera a sí mismos y que acepten decir las barbaridades que Gervais y Merchant han escrito para ellos. Es interesante destacar el caso de Kate Winslet. En el capítulo en el que ella sale, Kate, interpreta a una monja devota durante la Segunda Guerra Mundial. Ella asegura que solo hace ese papel porque hacer una película de Nazis te garantiza el Oscar. Casualmente, años más tarde, Kate Winslet se llevó su primer y, a día de hoy, única estatuilla por su papel en El lector, película muy relacionada con el tema del nazismo. Pero no me extenderé más en hablar de los famosos, ya que las verdaderas estrellas en esta serie son los secundarios. Ricky Gervais y Stephen Merchant, además de dirigir todos los capítulos, también escriben el guión de todos ellos, y sin duda el guión no podría ser mejor. El humor es totalmente corrosivo, puro humor negro, sin concesiones. Su principal objetivo son las situaciones incómodas, de ahí que pueda parecer que en algunas ocasiones puedan estar faltándole el respeto a homosexuales, católicos o enfermos de parálisis cerebral o de síndrome de Down, pero nada más lejos de la verdad. Su humor se fundamenta en estas circunstancias en las que se pueda generar un ambiente incómodo, o al intento de la gente por ser políticamente correcta, y ahí es donde atacan. Y atacan con gran acierto, puedo asegurar que no me reía tantísimo con una serie en muchísimo tiempo. He llegado a estar llorando, cayéndome de la silla sin poder aguantarme debido a los divertidísimos gags de esta fabulosa serie. Algunos de los más destacables pueden ser el test que le hace Andy a Maggie para descubrir si es racista, o el preservativo que Daniel está dispuesto a usar con cualquiera, o las preguntas estúpidas de Maggie, o las ocurrencias de Andy mientras están en un descanso. Puede que lo único que no se mantenga a la altura del resto de la serie sea el último capítulo, el especial de hora y media de navidad. En ocasiones puede resultar un poco aburrido, y el humor decae bastante, pero cierra la serie poniéndose en un tono un poco más serio y lanzando un mensaje muy bien hilado.Para terminar me gustaría comentar la más que nefasta edición en DVD que tenemos editada aquí en España. Es una verdadera pena que una serie tan maravillosa como es Extras no podamos disfrutarla en su versión original debido a que no trae subtítulos ni en español ni en inglés. Tampoco podremos encontrar en ninguno de los discos el especial navideño. Los extras de las dos temporadas, por otra parte, no están del todo mal. Una vergüenza que Aurum haya hecho esta chapuza con la edición en DVD, no todos pueden editar con la maestría con la que Cameo editó The office.