Revista Cine
FAHRENHEIT 451 (1.966) de François Truffaut
Publicado el 03 febrero 2013 por Loquecoppolaquiera @coppolablogcineSobre un extenso plano de papel pergamino la película de François Truffaut: Fahrenheit 451 constituye un punto de equilibrio entre tres fuerzas vectoriales que pugnan por cumplirse. La fuerza de un conjunto de expresivas imágenes; la fuerza de un tinglado ficticio y proyectado en el futuro; y la fuerza de un guión tan insólito como inverosímil confluyen al unísono sobre la destiladera de nuestra humana reflexión. Fahrenheit 451 propone un atentado contra el crisol cultural de nuestras sociedades y una crítica mordaz contra el analfabetismo y el espíritu crítico. Un gobierno incendiario emana legislación, órdenes y reglamentos que ordenan la ignición de los amados libros. Algo muy parecido a lo que sucedía en aquel conocido pasaje del capítulo 6 de la primera parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, el capítulo que obra bajo el nombre de El Donoso Escrutinio. Truffaut se desenvuelve con el pulso bien firme, los más heterogéneos elementos técnicos casan como dos piezas de un puzzle, las escenas concuerdan con la banda sonora, el colorido narra con su voz sugestiva, los decorados, los textos, las interpretaciones no desmienten el tono general que domina la cinta. Pero el alma fracasa entre los amasijos, no hay una mano cálida y verdadera, lo que se ve funciona solamente en espacios y contextos impersonales y deshumanizados. Nadie respira, nadie se rasga un corazón, nadie encuentra su pulso en su muñeca. Fahrenheit 451 es un retablo de marionetas que convienen en dar una lectura crítica del mundo en que vivimos.
ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS
Sus últimos artículos
-
Texto 107: Spike Lee contra Quentin Tarantino
-
Texto 106: Martin Scorsese a favor de Alfred Hitchcock
-
Texto 105: Woody Allen en contra de Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Scott Fitzgerald y a favor de Luis Buñuel y Cole Porter.
-
Texto 104: Woody Allen a favor de Ingmar Bergman