Júlia Aviñoa, Francina Ayuso y Fernando Gordo durante el partido ante el Club Bàsquet Femení Viladecans. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
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Júlia Aviñoa se levanta con los brazos en el cielo antes de que el balón se separe de los dedos de Marina Aviñoa.
A Paula Barghout le brillan los ojos. "Es triple. Seguro", piensa mientras sonríe.
Judit Ortiz avanza medio metro para celebrar la canasta de su compañera.
Júlia, Paula y Judit, que no jugarán más esta temporada por lesión, transforman su pena en alegría en el banquillo para impulsar a su Basket Almeda. La escena, de la visita al Club Bàsquet Femení Viladecans, se repite durante cualquier momento de cualquier partido del conjunto de Fernando Gordo (Zaragoza, 1986).
—Es un grupo tan espectacular, tanto... –confiesa el entrenador y periodista aragonés.Fernando Gordo coge aire. Tiene un grupo fotogénico. Inspirador.
—Nunca había visto a un equipo que anime así durante los 40 minutos. Me siento un privilegiado por contar con grandes jugadoras que desprenden ilusión, pasión y generosidad. Excepto Claudia Baraut, son debutantes en Liga Femenina 2, igual que el club. Muchas estaban acostumbradas a ganar muchísimos partidos en formación y gestionan muy bien su nueva realidad –completa el técnico del Basket Almeda, que lleva cuatro victorias en 17 jornadas.
—Parece un grupo sin distancias ni secretos. Casi todas han crecido juntas dentro y fuera de la pista y eso hace que no necesiten filtros. Se defienden al límite en los entrenamientos y siguen siendo tan amigas. Son transparentes y van de cara.
El Basket Almeda es pura química. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Qué te pidió Víctor Calzado [director técnico de la sección femenina] cuando te ofreció ser el primer entrenador del sénior? Quería un entrenador que no sólo quisiera ganar el partido del fin de semana, sino que velara más por la evolución de las jugadoras. Alguien a quien no le temblara el pulso por poner en pista a una jugadora de 16 años. La filosofía es clara: si hay una baja, la sustituta será, como así ha sido, una júnior.
—¿Qué valor le das al error en el Basket Almeda? A un equipo con una media de 19 años y con esta filosofía tenemos que permitirle que cometa errores. Es la única forma de que experimenten, aprendan y crezcan, y busquen y encuentren mejores soluciones a los problemas. Podríamos hacer un juego más cerrado para reducir, por ejemplo, las pérdidas, pero es un peaje que tienen que pagar para seguir progresando. Bienvenidos los errores y bienvenidas las dudas: sólo así se aprende.
—¿En un equipo tan joven las indecisiones y la confianza se contagian más?Sí. Hay momentos en los que nuestro ritmo y defensa son muy buenos y otros en los que encadenamos errores y nos cuesta recuperarnos anímicamente.
—¿La primera victoria del curso ante el GEiEG Uni Girona resultó una liberación? ¡Desde luego! Había nervios, pero el club, en todo momento, nos transmitió tranquilidad. En la primera vuelta estuvimos confinadas, llegamos a acumular cinco lesionadas...
Fernando Gordo durante un tiempo muerto. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Cómo animabas al grupo para que no sufriese tanto por ese carrusel de malas noticias? Sin darle excesiva importancia, recalcando que la mala racha no podía durar toda la temporada y que teníamos que ser fuertes. Las victorias contra el GEiEG Uni Girona o la UE Mataró nos confirmaron que estábamos haciendo bien las cosas bien y no estábamos tan lejos del resto de equipos.
—"Me gusta hablar con los jugadores. No sólo les explico cómo atacar y defender, sino cómo comportarse en la cancha", confesaba Svetislav Pesic a Robert Álvarez en una entrevista para El País. Estoy de acuerdo con Pesic. A veces me gusta mantener un poco la distancia con las jugadoras, excepto cuando veo que necesitan mi apoyo, sobre todo las lesionadas.
—¿La cercanía te hace menos creíble? Hay entrenadores y entrenadores capaces de mantener esa proximidad al máximo y ser igual de exigentes. Yo no tengo esa cualidad o no soy así. Saben que estoy para lo que necesiten, pero no tengo por qué ser su amigo.
Piña. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Tu discurso cuando perdisteis ante el Bàsquet Maresme Boet Mataró 3 Viles por una canasta sobre la bocina de Laura Arias fue casi idéntico al de la victoria ante el Lima Horta Bàsquet? Por supuesto. Jugamos igual de bien un día que otro. Contra el Bàsquet Maresme Claudia Soriano falló unos tiros libres al final que seguro que le ayudarán en el futuro. De hecho, ante el Lima Horta Bàsquet fue clave para que ganásemos. Nuestra obsesión es su aprendizaje y que acumulen experiencias para crecer. —El objetivo de Xavier Bertral va más allá del baloncesto: retrata emociones. Me fascina su facilidad para contar qué ha ocurrido en el partido a través de sus fotografías. Xavier Bertral quiere tanto al Basket Almeda [también es directivo] y ama lo que hace...
Todas suman en el Basket Almeda. Estén donde estén. Foto: Xavier Bertral (@bertral).
—Me da la sensación de que Marina Aviñoa da el 180% y que a veces la tienes que frenar. Es puro liderazgo. Al principio de temporada se cargaba de faltas y ha aprendido a regularse. En las últimas semanas Marina Aviñoa está destacando por sus puntos, pero es increíble cómo, con 16 años, su tamaño y posición, defiende tan bien a rivales más rápidas. Es una líder natural.
—A Claudia Soriano se le caen los puntos. Ella misma se define como "locura". Claudia Soriano es un caos bien entendido, un talento ofensivo trabajado e innato que le permite hacer genialidades.
—¿Cómo afrontáis el partido del domingo ante el CB Andratx? Con muchas precauciones porque sabemos que no se parecerá nada al que ganamos allí el 30 de diciembre. Como era un encuentro aplazado de la quinta jornada, no pudieron contar con Luz Yadira Asprilla, Nkem Akaraiwe ni Esther Morillo, que no formaban parte del CB Andratx en esa fecha. Tampoco pudo jugar su último fichaje, Sara Rokkanen, una gran jugadora que empezó el curso en el CB Bembibre, en Liga Femenina Endesa. Su quinteto titular el domingo será muy diferente. Para el CB Andratx es un partido fundamental, pues lleva sólo una victoria. No podemos acumular nervios ni ansiedad.
—¿Qué aprendiste de Fabián Telléz cuando fuiste su ayudante en el Grup Barna?Fabián Téllez es un clínic diario, un entrenador muy metódico, con las ideas y los caminos muy claros. Me refiero a su gestión del grupo y a su inmensa riqueza táctica.
Fernando Gordo en su etapa en el Hong Kong Eastern Long Lions. Foto: Eastern.
—En tus dos años como ayudante de Edu Torres en el Hong Kong Eastern Long Lions fuiste profesional. ¿Te ha costado mucho pasar de centrarte en el baloncesto a que sea una parte de tu vida? Bueno... Es muy exigente compaginar el periodismo, la paternidad [Ariadna nació el pasado verano] y el baloncesto. El lunes es la cuarta sesión de entrenamiento, la única voluntaria, y no puedo estar [lo dirige Marta Rosanas] porque ese tiempo lo dedico a hacer un trabajo de post partido y fijarme en detalles para transmitirles a las jugadoras. En Hong Kong también me dejaba la piel, pero tenía más tiempo libre.
—¿Cómo retratarías a Edu Torres?Un gran entrenador y ya un amigo con el que me encantaría volver a trabajar. Edu Torres es un excelente gestor de grupos y de cualquier detalle que logra que el equipo vaya a muerte con él. Ganamos la Liga [HKBL Division A-1] y fuimos semifinalistas de la ASEAN League, una competición internacional que nos permitió ver a equipos de Filipinas, Vietnam, Tailandia, Singapur, Indonesia... Tuvimos que preparar muchísimo los partidos porque se reunían propuestas de juego completamente opuestas. Intento parecerme a Fabián Téllez o a Edu Torres sin dejar de ser yo.
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