Revista Cine

Ficcm 2011/iv

Publicado el 07 febrero 2011 por Diezmartinez
FICCM 2011/IV
El FICCM 2011 continúa hoy, a la 13 horas, en Cinemark Polanco, con En los Pasos de Abraham (México, 2009), de Daniel Godlberg, filme que pude ver hace un año en Guadalajara 2010. Este documental -que se exhibe en el FICCM dentro de la "Semana de Cine Mexicano"- tiene la gracia de mostrarnos un mundo completamente desconocido: la de los mexicanos conversos al judaísmo. Y es que desde hace algunos años, varias familias de Veracruz han pasado del catolicismo -o de alguna otra forma de cristianismo- a abrazar la religión judía. La cinta de Goldberg alterna la mirada hacia los mexicanos conversos judaízados que viven en Tifrah, Israel, y las familias de ellos que viven en Veracruz o la de algún otro frustrado mexicano que no ha podido todavía convertirse. La película nunca deja de ser interesante, aunque me queda la sensación de que faltó profundizar más en la vida de estos personajes: ¿quiénes son?, ¿por qué la conversión?, ¿por qué sólo gente evidentemente pobre aparece en la cinta?, ¿no hay ricos conversos? Y a todo esto, ¿qué piensan de estos conversos los judíos-mexicanos de nacimiento?
En la sección de "Cine contemporáneo del mundo" se presenta a las 16 horas, en Cinemark CNA, 25 Kilates (España, 2008), opera prima de Patxi Amezcua, cinta ganadora del premio a la mejor película en Málaga 2009.
Estamos frente a un thriller urbano ambientado en Barcelona que tiene a su favor su brevísima duración -menos de 90 minutos-, una realización eficaz por parte del debutante Amezcua y un reparto (casi) desconocido en México y sin tacha alguna. En su contra, está el hecho de que la película no es más que eso: un entretenido thriller urbano sin demasiadas pretensiones. Sin embargo, sospecho que si este mismo filme hubiera sido dirigido en nuestro país, ya estuviéramos quemando incienso -y con razón- a Patxi Amezcua. Vamos: ¿hace cuánto que no ve un decente thriller mexicano?
Cay (Aida Folch) es una ruda veinteañera ladronzuela, brazo derecho de su transa papá, Sebas (espléndido Manuel Morón), acorralado por sus impabables deudas de juego. Sebas ve la oportunidad de resolver todos sus problemas cuando un policía corrupto (Joan Massotkleiner) llega a su changarro a venderle unas joyas que el cuico le robó a otros ladrones. Lo malo es que el plan no sale exactamente como Sebas lo había pensado... Lo bueno es que Cay -por Cayetana, faltaba más- se ha liado en una relación amorosa con un taciturno exboxeador, Abel (Francesc Garrido), que será de mucha ayuda, por más que tenga sus propios problemas: su gangsteril jefe (Héctor Colomé) cree que le está robando, la esposa del jefe (María Lanau) le ha tirado con los chones, quisiera tener una relación más estrecha con su hijito Adrián (Marc García)...
La historia está llena de casualidades, hay complicaciones de más y la resolución es demasiado perfecta, pero mientras uno está viendo la película, todos los peros se dejan de lado porque el debutante Amezcua sabe mantener entretenido al respetable. No es más que un palomazo profesionalmente bien hecho, pero tampoco es nada menos. Eso sí: la relación amorosa entre el cuarentón Garrido y la jovencita Folch se ve extraña. Su rapport no es amoroso, sino casi paterno/filial.
Dentro de las "Galas Mexicanas", se exhibirá en Cinemark Reforma 222, a las 19:30 horas y en única función, De la Infancia (México, 2009), el más reciente largometraje del joven veterano Carlos Carrera, mejor director en Guadalajara 2010 con este cinta. Sobre una novela de Mario González Suárez que no he leído -maldita sea: ahí la tengo esperando desde hace meses-, he aquí la historia de tres hermanitos educados -es un decir- a punta de patadas, sopapos y groserías por parte de su delincuente papacito, un impecable Damián Alcázar. Los niños -qué buena mano tiene con los chamacos Carrera- tienen un curioso protector: un fantasma que ronda por la bodega en la que viven y que nadie parece ver más que ellos. Hay algunos elementos que no me convencieron del todo, pero Carrera es un cineasta de colmillo retorcido al que no se le cae nunca la película. Es una vergüenza que, a un año de haberla visto en Guadalajara 2010, De la Infancia no se haya estrenado comercialmente.

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