Los recuerdos de ferias anteriores en Amio, en Compostela, apuntan hacia lo domestico y eso, a eventos con fuerza industrial (aunque sea impostada) les resta credibilidad. Esto desde lo puramente personal y a bote-pronto. Ahora bien, la substancia es otra cosa.
Porque la realidad es que esta feria no deja de ser igual a otros cientos de ferias, congresos y eventos varios dispuestos a lo largo de la geografía española con mayor o menor periodicidad a lo largo de la ultima dedada y media. Desde el mismo día en que descubrimos que éramos una potencia culinaria mundial nos dio una especie de frenesí digno de estudio que nos llevo a celebrar con carácter y tipología congresual todo tipo de azañas (o no) de nuestra cocina y productos.
Y no lo critico, aunque en el exceso nunca suele hallarse la virtud. Pero formulas como el Forum deberían estar ya superadas, de no ser por su autentica utilidad: el escaparate real de tendencias, intereses y posibilidades para un sector tan falto durante décadas de auto-superación como el gastronómico con el de la restauración a la cabeza. Poder tener al lado de casa a un compendio de sumilleres, cocineros, técnicos, especialista y productores de todo tipo de elaborados ha hecho que, al menos, ya nunca nada vaya a ser igual.

Otra cosa es el visitante, que en el caso de los mas habituales pasará cansinamente sin pena ni gloria por la enésima sucesión de charlas, talleres y exposiciones sin fin a la vista, harto de tanto probar lo mismo de manos de los mismos. Para esos no hay demasiada oferta diferenciada y la crítica es mas que admisible. Para los demás, los neófitos, los poco o nada interesados o los meramente aprovechados del jolgorio, el Forum es lugar de paso obligado y necesario.
De la mañana del domingo extraigo dos conclusiones. La primera, que es muy difícil hacerse entender en 30 minutos cuando uno no se ha explicado en décadas. Vimianzo, ayuntamiento gallego del interior de la Costa da Morte de escasos siete mil habitantes presentaba en el Forum un proyecto en el que lleva un par de años trabajando. "Do Mar a terra", se llama el programa que incluye esta "Cocina medieval". Se trata de elaborar y ofrecer al visitante menús elaborados concienzudamente en base a estudios arqueológicos que determinan como se comía en el medievo en Galicia. El ayuntamiento congrega una interesante colección de Castros, Mamoas y Dolmenes de la época castrexa, ademas de un castillo medieval del siglo XII. Este castillo esta detrás de una fiesta popular que incluye un acto denominado "Asalto o Castelo". Rememora este evento, ejecutado teatralmente por una asociación juvenil de la localidad desde hace mas de 20 años, el momento de la toma por los irmandiños del castillo citado mientras en el se escondía el Arzobispo Xelmirez, que huía de la citada revuelta en Compostela.
Alrededor de este evento se celebra un concurso de pinchos (originalidad a raudales) de tipo "medieval", a saber, elaborados con ingredientes del medievo. De este germen parte esta campaña que hoy se presentó en el Forum.

Este es el fenomeno del vino. La posibilidad es que escriba un libro sobre la historia del vino en el mediterráneo porque, por lo desplegado en la conferencia de hoy, esta sobradamente capacitado para ello.

Esto y gente, mucha gente, y Solla y Pardo y Pablo Gallego y Jordi Cruz (el de Ábac.Barcelona).
Veremos por la tarde. Promete.
