Hoy tenía preparada otra entrada dulce, pero esta sencilla forma de comer fresas está tan rica, que me ha parecido una buena idea compartirla contigo.
Aunque todavía no se ha dado por finalizada las vacaciones en algunas ciudades y hoy están celebrando La Pascua y disfrutando según corresponda de unas ricas Monas, Marañuelas, Toñas o Bollos; este cuerpo serrano que escribe, se comió la semana pasada, todos los dulces Cuaresmales y Semanasanteros que os podéis imaginar; ahora toca hacer
Está claro que cada familia tiene sus costumbres a la hora de sentarse a la mesa, y que lo que a ti te puede parecer lo más normal del mundo, para otros es una novedad.
Un día que tuve invitados a comer, de postre quise preparar algo fresco y ligero. Después vendría la sobremesa con el café, infusiones, licores y bebidas espirituosas, como las llama mi amiga Paula. Sin faltar por supuesto, algo de bollería y dulces. Un gran sacrificio lo sé.
Cuando llegué a la mesa con el postre y lo repartí en cuencos, os aseguro que hicieron tantas alabanzas al probarlo que me quedé con cara de: - "No puede ser cierto" ¿Cómo no lo han comido antes? pues si, así fue. Después de todo lo que había hecho, y el trabajo que me llevé en la cocina; el postre fue la novedad del momento. Vivir para ver.
Como he ido a la frutería con el fin de hacer acopio de fresas para congelar algunas, hacer mermeladas con otras y el resto guardarlas en el frigo para comerlas en unos días, he vuelto a prepararlas así. A mi madre le encantan, y con lo mala comedora que es, un buen tazón siempre le dibuja una sonrisa. Ella solía hacérnoslas los Domingos cuando yo era niña. Nos decía que no había mejor forma de despedirse de las buenas naranjas porque terminaba su época y recibir a las sabrosas fresas que empezaban a llegar.
Desde entonces, es una de mis formas preferidas de disfrutar esta fruta que tanto me gusta. Aunque si te digo la verdad, como más las como es lavándolas y mientras las sujeto por el rabito, le voy dando mordiscos. Seguro que tú también haces lo mismo ¿verdad? Si es que las fresas están muy ricas.
Cuando las preparo como hoy, dejo un cuenco a buen recaudo en el frigo para merendar, que es cuando el cuerpo me pide algo dulce, y todavía están más buenas si cabe.
{Para seis personas}600 grs Fresas
3 Naranjas de zumo2 Plátanos (De Canarias, por supuesto)1 Cda de Azúcar de abedul
Poca explicación necesita hoy la receta, pero como es habitual, aquí está el paso a paso 😉
- Exprimimos las naranjas, reservamos el zumo.
- Cortamos las fresas en trocitos pequeños.
- Añadimos el azúcar de abedul (si la utilizas blanca, es la misma cantidad)
- Cortamos los plátanos del mismo tamaño que las fresas y los añadimos junto con el zumo de las naranjas.
- Mezclamos todo bien y llevamos al frigo tapado, dos o tres horas para que macere el conjunto.
Es importante el tiempo de reposo. La fruta se vuelve melosa; el zumo se espesa con el jugo de las fresas y el plátano le proporciona su particular sabor. Hacen un trío inigualable.
Te aseguro que es una delicia.
¿Te va apeteciendo?
Eso es todo por hoy. Nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz.