'Chicago Fire' fue una de las series revelación de la pasada temporada: llegó sin hacer ruido y con pocas expectativas, pero, no sólo contó con el beneplácito de la audiencia, sino que, además de ser renovada resultó ser un procedimental mucho más atractivo de lo que parecía. Y así se convirtió en una de las mejores novedades. Este año tenía la difícil tarea de demostrar que podía mantenerse como un producto de nivel. Y así ha sido. La NBC estrenó la segunda temporada por todo lo alto ante más de 9 millones de espectadores y un fuerte 2.8 en demos. El drama se despidió la semana pasada superando los 7 millones marcando un correcto 1.9. Con estos datos la renovación estaba clara. Además, tal fue su éxito el año pasado que la NBC creó un spin-off de la serie ('Chicago PD') con la que se han producido numerosos crossovers. Esta temporada ha tenido 22 capítulos, 2 menos que la primera.
'Chicago Fire' es un procedimental de libro en el que cada semana los bomberos de la estación 51 de Chicago (si perteneciesen a la misma cadena, podrían rescatar a Alicia Florrick y compañía de algún fuego) se enfrentan a un caso distinto. Bueno, caso exactamente no, fuegos. Tenemos el primero, que abre cada capítulo y que suele resolverse pronto. El resto del episodio deja los siguientes incendios de fondo y se centra en las tramas de los personajes. Porque aquí lo que importan son los bomberos. Y aunque son cuatro los protagonistas, los secundarios están bien escritos y desarrollados (la mayoría) e intervienen activamente siempre. De hecho, ¿qué sería de 'Chicago Fire' sin Mills, Otis, Boden, Mouch, Herrman y Cruz? Luego está Capp, que abre la boca 1 de cada 10 episodios, pero que ha aparecido en los 46 emitidos. Y todos son como una gran familia. De hecho, la serie tuvo la capacidad de conseguir que los espectadores les cogiésemos cariño a todos ello pocos capítulos después de su estreno.
#TeamSeveride
Como he dicho, cuatro son los grandes protagonistas de 'Chicago Fire'. Dos hombres y dos mujeres. Casey, Severide, Dawson y Shay. Y aunque todos interactúan entre ellos, por las circunstancias de los personajes forman dos parejas: Casey y Dawson (amorosa) y Severide y Shay (mejores amigos). Aunque en el trabajo ellos son los bomberos y ellas las paramédicos. La temporada comenzó girando en torno al drama del posible cierre de la estación por los recortes. La mala era Gail McLeod (Michelle Forbes), a la que se frentó el Chief y que consiguió quitarse de encima gracias a la colaboración ciudadana. Shay vivió traumatizada durante un par de capítulos por una llamada que atendió con Dawson, a la que comenzó a acosar "la voz" de la ambulancia. Mouch quiso convertirse en presidente del Sindicato de Bomberos, para lo cual contó con Isabella (Mena Suvari). Casey sufrió un accidente que a punto estuvo de costarle la carrera y Shay, Severide y Otis fueron robados por Devon (Vedette Lim), la última conquista de Shay. Además, Dawson se propuso cumplir su sueño de convertirse en bombero, lo que le granjeó primero enemistad con Rebecca Jones (Daisy Betts), hasta que conoció su historia y se hicieron cómplices.A la season finale llegamos con muy buenas noticias: Dawson pasa el examen y, aunque va a ser destinada a una estación llena de indeseables (encabezada por Kenny Johnson), ha cumplido su sueño. Devon ha vuelto a la vida de Shay pidiendo perdón, dando explicaciones y devolviendo lo robado, aunque su regreso no es visto con buenos ojos por Severide. Y Boden se casa con Donna (Melissa Ponzio) tras descubrir que está embarazada. Todo es color de rosa (incluida esa boda organizada en pocos días celebrada en la estación). El único que está algo amargado es Severide después de hacerse responsable de un rescate tardío. Pero estamos hablando del último capítulo de la temporada de un drama y no podían despedirse con tanta felicidad. La boda (Otis hace una referencia a la boda roja de 'Juego de Tronos' que es un aviso de la que se les venía encima) es interrumpida por una llamada de la central y todos se ponen manos a la obra. Así el novio es separado de la novia. Dawson no contesta a la pedida de mano de Casey (aunque sepamos que va a decir que sí). Shay y Severide se quedan con una conversación pendiente ("¿Resolveremos esto?" "Sí, siempre"). Y Mouch, que siente una especie de flechazo por la Sargento Platt (de 'Chicago PD'), se separa de ella. Todos, menos Boden, entran en un edificio que, aparentemente, no parece peligroso. Pero se producen tres explosiones. Boden pide ayuda. Veremos.
Este incidente sería la excusa perfecta para despedir a algún personaje, pero llevamos siendo testigo dos temporadas de accidentes sufridos por los personajes y de los que terminan saliendo sin a penas consecuencias. ¿Será éste la excepción? Tocará esperar hasta Otoño para saberlo.