Revista Cocina
Feliz mes de junio a tod@s y a ver si viene por fin el verano, que por aquí ya apetece. Espero también disponer de más tiempo para compartir y para visitaros, que últimamente os tengo bastante abandonados... pero otras aficiones, como el huerto y el jardín reclamaron mi atención, la primavera es época de plantación, y en ello he estado, ahora solo necesito que el tiempo ayude y disfrutar viendo como crecen mis plantitas y sus frutos... ya os iré contando!Y como empezamos mes, sigo con la costumbre de que la primera receta sea de galletas. Las de hoy son de lo más sencillo, solo tres ingredientes, todos de la naturaleza... la receta me ha encantado, se la vi el otro día a Andréa, de Quitutes da Andréa, una querida bloguera brasileña que hacía mucho tiempo que no visitaba y que tiene unas recetas que me gustan mucho, ella a su vez, se la había copiado a otra bloguera portuguesa Marcia, que cada vez que la visito, salgo babeando... tiene muchísimas galletas en su blog, y si una es rica la otra lo es más... como veis la receta va y viene de un lado al otro del Atlántico.
Le hice un cambio por necesidad, no tenía aceite de coco, así que usé uno de oliva, un gran selección de aceites Abril. El resultado ha sido estupendo, menos dulce de lo que esperaba, pero con un sabor y una textura muy original... repetiré!
Ingredientes:
1 taza de coco rallado
10 dátiles
1 cucharadita de aceite de coco (yo puse de oliva )
Azúcar glas para espolvorear
Elaboración:
Se colocan los ingredientes en un procesador de alimentos y se tritura hasta conseguir que todo esté mezclado. Yo lo hice en la thermomix a velocidad progresiva hasta 7 en 20 segundos.
Queda una pasta blandita, opté por hacer bolas del tamaño de una nuez, unas las hice alargadas otras redondas; para aplastarlas utilicé el mazo de la carne en el caso de las redondas y un tenedor en el caso de las alargadas, en ambos casos se pegaron, pero se separan sin problemas con cuidado, en el caso del tenedor he optado por pasarlo por aceite y escurrirlo en una servilleta de papel, aún se pega un poco pero menos. A las redondas les agrandé los agujeros con un palillo.
Se cuecen a 170ºC, Andréa las dejó 10 minutos, a mi me pareció que con ese tiempo aún estaban blandas y a nosotros nos gustan crujientes, así que las dejé 20, casi me paso, creo que 15 hubiera sido lo correcto, en este horno... ya sabéis que cada uno es un mundo.
Salieron 18 galletas.
¡Feliz mes junio!