Galletas sin mantequilla

¡Hola a todos!! hoy te traigo unas galletas, galletitas o cookies caseras que increíblemente no llevan mantequilla y ¡son deliciosas!!

Galletas sin Mantequilla

Las he hecho combinadas de varias maneras, todas ellas deliciosas, y no se nota para nada en el sabor que no llevan mantequilla.
He duplicado las cantidades de la receta y he hecho unas con azúcar y canela, otras con glasa de limón y otras las he transformado en alfajorcitos de dulce de leche. ¡Todas riquísimas!!

Galletas sin Mantequilla

Necesitarás una balanza de cocina para pesar los ingredientes con precisión. La mía tiene un botón para volver a cero después de añadir cada ingrediente.

Los ingredientes para hacer estas galletas sin mantequilla son:

125 gramos de azúcar común
1 huevo
1 pizca de sal fina
80 gramos de leche
125 gramos de aceite (de oliva o girasol)
375 gramos de harina de trigo común
8 gramos de polvo leudante o gasificante tipo Royal
Opcionales: azúcar con canela para espolvorear, ralladura de limón o esencia de vainilla para aromatizar la masa, glasa de limón para decorar, etc....

Procedimiento:

Batir azúcar + huevo "a blanco" es decir hasta que duplique su volumen y hayan desaparecido los granitos del azúcar.

Añadir la pizca de sal, leche y aceite sin dejar de batir para emulsionar. Yo usé aceite de girasol porque me parece que es más neutro y no deja sabor como el de oliva, pero es a gusto.

Si vas a aromatizar con ralladura de cáscara de limón o esencia de vainilla agregarla ahora mismo.

En un recipiente aparte mezclar la harina con el polvo leudante o gasificante y tamizar pasando por un colador o tamiz para quitar grumos.

Añadir 1/3 de la harina a la masa e integrarla con la batidora.

Añadir otro 1/3 de harina y seguir batiendo, ya notarás que es una "crema" espesa.

Por último quitar la batidora y añadir el restante 1/3 de harina con cuchara de madera o espátula o lengua de silicona.

Pasar la masa a la encimera (mesada) y tener harina extra a mano. En mi caso añadí bastante harina en este paso.

Amasar hasta que obtengas una masa fina que no se pega a las manos. Poner en un bowl, tapar y meter al frigo a que la masa descanse al menos 30 minutos.

Encender el horno a 180ºC con calor de arriba y abajo.

Espolvorear la superficie de trabajo con un poquito de harina. Yo usé un silk-pad (lo que ves en color rojo) pero no es imprescindible, puedes usar directamente la encimera o mesada.

Estirar una porción de masa con el rodillo o palo de amasar. Un espesor de 4 mm sería lo ideal.

Con un cortante que te guste o simplemente trazando cortes horizontales y verticales cortar las galletas. Retirar los recortes sobrantes y guardar para la siguiente tanda.

Con cuidado levantando cada una con un cuchillo o espátula pasarlas a una bandeja donde previamente hayas colocado papel vegetal o papel de hornear.

Dejar un poquito de espacio entre las galletas ya que crecen en el horno y no queremos que se peguen...

Una vez esté la bandeja completa meter al horno a una altura media y hornear 10-12 minutos aproximadamente.

Tienen que secarse y quedar blanquitas, ¡no esperes que se doren o quedarán duras y secas!!

En cuanto veas un borde apenas dorado sacarlas del horno. Ten en cuenta que si has hecho formas pequeñitas estarán listas en menos tiempo por lo que si haces formas diferentes te conviene ponerlas a hornear en tandas de formas iguales.

Mientras tienes una tanda en el horno puedes ir cortando la siguiente. Ojo que no se te pasen ni se te quemen las que se están horneando!!

Si quieres hacer las galletas de canela, una vez que las has colocado en la bandeja de horno y en crudo, mezclar en un tarrito de especias 2 cucharadas de azúcar con 1 cucharadita de canela. Espolvorear la superficie de cada galleta con ésta mezcla y meter al horno.

Para hacer las galletas con glasa de limón, una vez que las has sacado del horno y se han enfriado sobre una rejilla o plato de madera deberás mezclar en una taza o cuenco ½ taza de azúcar glass o impalpable con 1 cucharada de zumo de limón + 1 cucharada de agua hirviendo. Batir con una cucharita hasta que quede una crema lisa.