Parece que llevo una buena racha de marinas, y la que os traigo hoy me gusta especialmente. Esta tarde me volví a acercar a Luanco, aprovechando el mejor momento de luz para fotografiar aves, que para mí es el que va de la 1 a las 4, más o menos. Soplaba algo de viento de componente oeste, con marejada y mar de fondo de entre 2-3 metros, buenas condiciones para que las aves marinas se acerquen a la costa. Así que me planté en el espigón exterior del nuevo puerto, y desde allí pude disfrutar de un buen paso de aves, con algunos bandos muy ceñidos a la costa.
Entre los abundantes alcatraces cruzó, siempre en dirección E-O, algún bando de gaviota tridáctila Rissa tridactyla. Es ésta una gaviota preciosa, que es abundante en aguas asturianas más o menos entre noviembre y febrero. Sin embargo en esta época es pelágica, y sólo se allega a la costa con temporales. Una de ellas, un primer invierno, pasó cerca y me dejó ver todo su plumaje.
Presenta un diseño inconfundible y muy característico en W, aunque a distancia puede confundirse con otras especies, con las franjas alares negras enmarcando un gran triángulo blanco. El collar negro de la cabeza es típico del plumaje juvenil, que puede o no desaparecer en plumaje de primer invierno.
El adulto es diferente, todo gris claro, con la punta de las alas negras y el pico amarillo. Aquí vemos una junto a un primer invierno.
En este lado oriental del Cabo Peñas, por la tarde y si hace sol, como lo tenemos a nuestra espalda, los bandos de gaviota tridáctila son una auténtica pasada, ya que la luz les confiere un brillo especial.
En el momento álgido del paso, los bandos de alcatraz se unen a los de gaviota tridáctila, y para los entusiastas de las aves marinas es un éxtasis total. Lástima que muy pocos días se pueda disfrutar de este espectáculo.