Es una observación algo tardía para esta gaviota. Con las coberteras muy desgastadas, es posible que se trate de uno de los ejemplares que ha pasado aquí el invierno.
Junto a ella localicé también tres ejemplares de gavión Larus marinus, una cifra alta para esta época del año. Dos de ellos eran aves en su tercer verano, o cuarto año calendario, que a primera vista pueden parecer adultas.
Pero un examen minucioso nos indica que no lo son aún. Coberteras marrones, pico con mancha oscura, primarias prácticamente negras. Los ejemplares de hoy eran incluso un poco diferentes, uno de ellos con la muda más avanzada que el otro: parece más negro y las coberteras no adultas destacan menos frente al resto del plumaje (en la foto es el que está al fondo).
El tercer ejemplar de gavión era un ave más frecuente en esta época, un primer invierno o segundo año calendario. Estas gaviotas inmaduras tienen mucha menos prisa en retornar a sus áreas de cría que los adultos, algunas de ellas incluso no lo harán y se quedarán a pasar el verano entre nosotros.
