Recientemente habíamos comentado la película Gettysburg, como una interesante (aunque largísima) producción acerca de la batalla más importante de la Guerra Civil Americana. Pocos días de comentaros la crítica, a través del ciclo de películas que distribuye El Mundo, me encontré con la película Gettysburg, tres días para un destino, dirigida por Robert Child. Y, ciertamente, igual que os recomendé la anterior encarecidamente, en esta ocasión no puedo por menos que "advertiros" que no os molestéis en verla, y, mucho menos, comprarla.
La película está compuesta de planos tomados durante una recreación histórica, celebrada durante el aniversario de la batalla, y en ella actúan actores no profesionales. Las escenas de "acción" son absolutamente absurdas, sin ninguna intensidad, y desde luego, la película no atrae en ningún momento. Los planos se suceden sin un mínimo sentido y los "combates" son irreales. Parece más un documental (de ínfimo valor), que una película, o una producción que alguien se haya tomado la molestia (o desfachatez) de calificar como película. En definitiva. Una producción para olvidar.
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