Revista Televisión
Creo que estamos todos de acuerdo en que la segunda temporada de Glee ha sido más floja que la primera. El año pasado fue todo un boom; pero este se han quedado a medias. Empezando porque muchos de los temas musicales eran desconocidos (al menos para mí), y pasando por una trama a la que dieron muchísima importancia al comienzo de la temporada y que era un coñazo importante, y que encima nos hizo soportar episodio tras episodio a los repollos de los Warblers. De aquí en adelante, spoilers.
El Glee Club comenzó la temporada incorporando a sus voces la de Sam, un personaje bastante meh en general. Además, en el instituto McKinley tenían nueva entrenadora, Beiste, que tal y como apareció se fue, porque hace muchos capítulos que no le vemos el pelo. Tuvo lugar la esperadísima aparición de Britney Spears, que nos trajo un capítulo musicalmente sobresaliente, pero muy flojo en cuanto a su trama. Después tuvimos el momento "Jesús se ha aparecido en mi sandwich", bastante divertido, y que trajo consigo el infarto del padre de Kurt y uno de los momentazos de la temporada: "I want to hold your hand". Y entonces llegó un capítulo muy esperado, el dedicado al muscial "The Rocky Horror Picture Show". Muchos fuimos los que aprovechamos para verlo antes de emitirse el capítulo. La peli me encantó; y el capítulo hizo bastante honor al film. Gwyneth Paltrow se convirtió en la sustituta favorita del Glee Club y de todos los que seguimos la serie: su llegada dio un aire fresco a la serie, y además nos dejó otros de los momentazos musicales de la temporada.
Por aquel entonces llegaron la boda de los padres de Kurt y Finn, y la visita de la madre de Sue. Llegó el episodio navideño (meh) y el de la Súper Bowl, que además de otrogarle su récord de espectadores (32 millones), volvió a regalarnos un capítulo muy Glee y con buena música. Y Rachel Berry se emborrachó. Gwyneth volvió, y triunfó de nuevo demostrando lo natural que es el sexo (y Emma, presidenta del Club de Castidad, demostró que es una gran personaje desaprovechado). De repente, al Glee Club le dio por cantar canciones originales, dejando truños y aciertos por el camino. Sue trajo de vuelta a tres enemigos del Glee Club, y aunque desaprovecharon esa trama, dejó algún que otro momento genial (esos cambios de vestuario de Sue). Y entonces llegó "Born this Way", y toda la moraleja de "qué bonito es ser feo, pero qué perfectos que somos todos". A ver, en el mundo hay gente fea y guapa; gordos y flacos; pecosos y sin pecas. ¡Aceptémoslo! Que para humanizar un personaje no es necesario inventarse un pasado de "imperfecciones". No nos hacía falta ver que Quinn era gorda, llevaba gafas, aparatos y tenía pecas. No toda la gente perfecta es mala y no toda la gente imprefecta es buena. Y viceversa. Eso sí, en este capítulo nos despedimos de los Warblers, y dijimos adiós al chino y al rubio oxigenado (¡qué alivio!). Y además me quedó claro lo pringadico que es Mike. Brittany estrenó su "Fondue para dos". Se celebró el "Baile" y los Reyes no resultaron ser los esperados, aunque disfrutamos de un gran capítulo e Glee. Sue demostró que es vulnerable con la muerte de su hermana. Y al final el Glee Club viajó hasta Nueva York para perder de nuevo. Eso sí, sus miembros vivieron un cuento de hadas.
Aciertos de la temporada: Santana. Gwyneth. Santana. Gwyneth. Santana. Gwyneth. Brittany. Santana se ha ido convirtiendo en el mejor personaje de la serie con diferencia, y el que más llevaderos hacía los episodios. Su trama "homo" (junto a la de Karofsky) seguirá dando que hablar. Y espero que veamos a Holli Holiday de nuevo en la serie. Pero que no se líe con Will.... Y a Brittany al final la han sobreexplotado. Sus frases ya no eran igual de buenas que al principio, pero no deja de ser otro de los aciertos de la temporada.
Fallos de la temporada: el drama de Kurt, los Warblers y las parejas imposibles. Y el drama llegó a Glee. La salida de Kurt de McKinley para ir a Dalton ocupó demasiados capítulos. Todo era demasiado dramático y cansino. Y encima tuvimos que soportar las actuaciones horribles de morirse de los Warblers, capitaneados por Blaine. Sigo diciendo que el chino y el rubio oxigenado no eran de este mundo. Pero gracias a Dios ya no volveremos a verles el pelo a los Warblers. A Blaine sí, que se quedará en la serie (creo). En cuanto a las parejas...¿Lauren y Puck, seriously? ¿Mercedes y Sam? Esto queda muy bien en plan "todo es posible", pero bastante surrealista. Eso sí, en el mundo Glee viene que ni pintado.
En conclusión: una temporada floja en comparación con la primera, con varios grandes capítulos, pero llena de bajones. En Septiembre....más y mejor música.