Granola -Happyness is homemade-

Happyness is homemade– esta era la leyenda que tenía el bote y caí rendida a sus pies con este mensaje, con el que estoy totalmente de acuerdo… si lo extrapolamos a la gastronomía y a cómo enamoramos y damos felicidad a otros por el estómago, creo que encaja aún mas en esa felicidad que se hace en casa, la que no hay que ir a buscar fuera.

Hace tiempo que busco una alimentación más natural. No creas que siempre lo consigo, pero estoy en mi intento. Las circunstancias recientes de mi vida me han abierto los ojos hacia lo importante que es evitar todos esos alimentos industriales con un montón de conservantes, por muy saludables que se publiciten.

La granola es básicamente una mezcla de avena, frutos secos, miel y otros ingredientes naturales, que se hornean para conseguir el toque crujiente del cereal. Es altamente energética y adictiva a partes iguales. La combinación de ingredientes harán de tus desayunos un inicio del día naturalmente delicioso. Y para tu casa, será el aromatizante perfecto… Su olor traspasa pantallas, ¡cuidado!

A menudo hay debate sobre si la granola engorda o adelgaza y aunque no haya respuesta absoluta, se podría decir que… adelgaza dado que es una fuente de fibra y grasas saludables, contiene ingredientes antioxidantes y muchos minerales. Su consumo es recomendable por la mañana para quemar las calorías ingeridas y … engorda, dependiendo de la cantidad en que la comas y, por sus altos niveles de glucosa, no es recomendable para personas con sobrepeso o diabetes. Conclusión, modera la ingesta y disfruta de esta delicia sin conservadores, azúcares o añadidos químicos.

Esta es la receta que yo uso y conservo en un bote cerrado herméticamente un par de semanas. No suele durarme más porque se acaba antes. Eso sí, admite muchas combinaciones distintas de ingredientes. Se adapta a todos los gustos y paladares. Con leche fría (o ¡de coco!) está deliciosa, pero a mi con lo que realmente me gusta es servir un par de cucharas sobre un yogur natural o un kéfir, o ¿por qué no? comerla a puñaditos.

Ingredientes

• 200 g. de copos de avena
• 5 cucharas de almendras en láminas (20 g.)
• 3 cucharas de semillas de sésamo crudas (20g.)
• 5 cucharas de coco rallado (20g.)
• 25 ml de miel
• 25 ml de sirope de ágave
• 50 g. panela o azúcar moreno
• 1 cucharada de canela
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 cucharadita de agua de azahar (opcional)
• Un puñado de frutas secas (5 dátiles troceados, 30 g. de arándanos, 20 g. de pasas)

Mezcla en un bol grande, la avena, almendras, coco, azúcar moreno, canela y sésamo y mezcla para que se integren los sabores.

En un bol que puedas calentar en el microondas, pon la miel, el sirope de agave, la vainilla, y el aroma de azahar. Con unos 30 segundos es suficiente. La intención es que se haga una mezcla un poco más líquida para mezclar junto a los ingredientes secos.

Mezcla ambos y da vueltas con una cuchara hasta que estén integrados.

La fruta se añade cuando se saca del horno. Si lo hacéis desde antes, se quemarán con mucha facilidad.

Forra la bandeja del horno con papel de hornear y extiende la mezcla. Hornea a 160º durante 25-30 minutos. Remueve con una cuchara cada 5-7 minutos. Aunque al sacarlo aún no estén crujiente, no te preocupes, se irán poniendo según se van enfriando. Para ello, usa una rejilla y deja enfriar sin tapar. Añade la fruta seca de tu preferencia (pasas, arándanos y dátiles son mis favoritos) en la medida que más te gusten, cuando los saques del horno.

Guarda en un bote hermético para conservar el toque crujiente.

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