Se nota que los problemas de Latinoamérica no nos van:
México ahogada en sangre y en Perú la miseria es popular.
En Argentina hay hambre y en Brasil el Amazonas ya no está.
En Venezuela el petróleo es un misterio bolivariano.
¿Al Salvador quien lo salva?
¿Quizás a Nicaragua Ortega?
En Chile los mineros lloran y en Bolivia la coca ya no alivia.
En Ecuador el asunto cada día está peor y en Colombia las
Farc son un cáncer.
Y mientras que en Honduras se lamentan, Costa Rica es
costa pobre y
Guatemala es guatepeor.
No miremos hacia allá, que nuestra crisis sí que importa:
La de Sarkozy o la de Merkel, ¿O quizás la de Rajoy?