Revista Televisión
Demos las gracias a la HBO y a Lena Dunham por 'Girls'. Lo han vuelto a conseguir: el año pasado lo nuestro con 'Girls' fue un flechazo. Esta temporada se ha confirmado y aquí hay relación para rato. Pero ahora llega el mono y, salvo que decidan adelantarla tres meses como sucedió con el estreno de la segunda temporada, hasta Enero no tendremos más de nuestras cuatro chicas favoritas. Curiosamente, 'Girls' no es la serie más vista de la cadena (de hecho, la season finale de la segunda temporada ha perdido audiencia con respecto a la primera), pero su triunfo en la última gala de los Globos de Oro (Mejor Comedia y Mejor Actriz de Comedia) y el buzz que genera la serie son razones más que suficientes para que la HBO la mime.
Hannah (Banana para su padre, que estaría encantado de que la Sister Jude de 'Amerian Horror Story' le cantase "The Name Game" a su hija) ha terminado la temporada en crisis. Algo así como le sucedió el año pasado, cuando le dijimos adiós después de un largo viaje en metro que terminó en la playa. Su trastorno obsesivo compulsivo le lleva por la calle de la amargura (el momento bastoncillo de oido), impidiéndole avanzar en su nuevo proyecto profesional y obligándole a recurrir a Adam, "su ex el acosador". "Siempre he estado aquí" le confiesa él antes de cogerla en brazos y besarle. ¿No habéis muerto de amor con la carrera vía FaceTime? En este tiempo, Hannah vivió un sueño cuando conoció a Joshua (Patrick Wilson) en aquel quinto y maravilloso episodio. "Sólo quiero ser feliz". Y Adam ha conocido a Natalia (Shiri Appleby), que no podría ser más opuesta a Hannah (¿Adam con la madre de Lux?). ¿Nos dará alguna sorpresa Natalia en forma de bebé?
Jessa llegó, se desnudó por completo y desapareció. Después de aquella cena genial con los padres de Thomas-John, éste le confesó que había sido el peor error de su vida. Por eso Jessa se metió en la bañera con Hannah. Para desconectar del mundo (y reencontrarse con un padre ausente al que tuvo que recordarle que ella era "la niña"), Jessa le dejó una nota de despedida a Hannah y desapareció. Por completo. Ni el teléfono quiere. ¿Dónde está Jessa y qué diablos está haciendo? Ahora que le había cogido cariño, la girl with an accent decide volar. Podríamos apostar por ver cómo aparece en la tercera temporada.
Marnie ha pasado su peor año, pero le ha merecido la pena porque ha conseguido lo que ella quería: Charlie (con esa escena de cunnilingus en el que ella, sorprendida por sus nuevas habilidades, le pregunta con cuánta gente se ha acostado desde que lo dejaron). Marnie es adorablemente caprichosa, pero por fin es feliz. Marnie es diosa y no se hable más (ay, la declaración de amor en el restaurante). Le perdonamos su periodo de locura junto a Booth Jonathan porque lo compensa con sus momentos musicales. Veremos cuánto le dura esta etapa, pero esperemos que sea lo máximo posible porque su sonrisa es preciosa. Y su risa la incluímos en el selecto grupo de risas televisivas, junto a las de Alicia Florrick y Diane Lockhhart. Ahí es nada.
Y Shoshanna. Ay, Shoshanna. La liberación de Shosh. ¿Qué vamos a hacer contigo que has pasado de 0 a 100 en tan poco tiempo? Ray nunca me gustó (aunque me parecieron muy tiernas las confesiones de ambos en aquella escena esperando el metro), pero ha sido quién ha llevado a Shos a conocer los placeres de la "socialización" como a ella le gusta llamarlo y debemos reconocerle su mérito. Además, Ray fue el artífice de aquel viaje de chicos que realizó junto a Adam en el sexto capítulo y que tan girls fue siendo una cosa de boys.
'Girls' nos dice adiós hasta la próxima temporada y nosotros nos quedamos un poco vacíos con su ausencia.