Si Murphy Brown levantara la cabeza, rompería en aplausos ante el tremendo panorama que se ha presentado para las mujeres en las series de televisión. Ella fue una visionaria, y ya en los 80 nos enseñó que se puede estar soltera, triunfar en el ámbito profesional y además ser madre sin morir en el intento. Toda una declaración de intenciones que ninguna otra serie se había atrevido a poner en primer plano por aquel entonces, y que hasta hace un par de años no se ha convertido en una realidad televisiva. Y es que hay vida después de Sexo en Nueva York y por supuesto, ésta no acaba con The Mindy Project.
La mejor ficción televisiva de hoy cuenta con mujeres espectaculares que cubren diferentes estratos sociales, edades, tallas y colores. Orange is the New Black o Agent Carter y otros productos womanizadores de la parrilla lo demuestran, las mujeres han dejado de ser sumisas, toman decisiones, son independientes y, sobre todo, no necesitan a ningun hombre para adquirir protagonismo. ELLAS son las jefas. Apunte 2: Y no, no está Olivia Pope. Su bucle infinito con el presidente adúltero me agota. 
De ser consideradas meros objetos decorativos, la televisión las ha convertido en protagonistas de sus propias historias. Por fin, la mujer ha tomando el rol protagonista equiparando en complejidad a otros (laureados) colegas masculinos. Y si no, ahí tenemos ejemplos de éxito como la contradictoria Carrie Mathison o la pluscuamperfecta Alicia Florrick, dos mujeres auténticas, pero tan imperfectas y anti-heroínas como pueden ser Don Draper o Walter White.
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora queremos rendirles un homenaje y coronar a nuestras reinas. Esas que por un motivo u otro se comen cada escena, nos hacen reír y llorar, se graban en nuestras retinas y, sobre todo, no se pueden olvidar fácilmente. Porque nos inspiran, las adoramos y odiamos a partes iguales y, por encima de cualquier cosa, porque ellas se lo merecen. (Ah, y puede que en algunas de ellas haya algún que otro spoiler).
Diane Lockhart (Christine Baranski) - The Good Wife
Adoramos a Alicia y Kalinda, pero no nos engañemos; Diane es la verdadera fémina alfa de la serie. La nueva socia de Florrick, Agos and Lockhart es la única que utiliza con maestría la bisutería extra large más allá de los 80 y la laca más allá de los 90. Diane es poderosa e inteligente y una líder natural que se mueve con maestría en un mundo de hombres. Está por encima del bien y del mal, y para demostrarlo se casa con un vaquero del Tea Party, siendo liberal y demócrata.
Brienne of Tarth (Gwendoline Christie) - Game of Thrones
El mejor caballero de Poniente actualmente no es un hombre, sino una mujer. Su nombre es Brienne de Tarth y por su aspecto alto y fuerte es el personaje más varonil del reino. Nuestra doncella cumple el código del honor de los caballeros de manera impecable, pero desgraciadamente carga con el peor handicap de todos: ser mujer en un mundo de hombres.
Galina ‘Red’ Reznikov (Kate Mulgrew) - Orange is the New Black
Aunque la serie carcelaria orbita alrededor de la insoportable Piper Chapman, Red es la jefa del cotarro. Sí, vale, es una delincuente, y dirige desde la cocina de la cárcel un negocio de contrabando para el resto de reclusas. Pero si dejamos estos pequeños detalles aparte, esta implacable mamushka rusa nos ha dejado ver su lado más entrañable, y nos ha enseñado el valor de la familia, la amistad y la lealtad. Sin querer tentar a la suerte, no encontraremos mejor compañera en una cárcel.
Stella Gibson (Gillian Anderson) - The Fall
Desde que no levantaba ni dos palmos del suelo fui educada para ser Stella Gibson, pero no cabe duda de que he fracasado. No tengo ni su clase, ni su porte, ni su exquisito acento irlandés. Stella es una mujer poderosa y atrayente en un mundo hecho por y para hombres, independiente hasta la irritación, inteligentísima y todo un enigma por resolver. Le da la réplica un despiadado asesino en la piel de Jamie Dornan (50 sombras de Grey). Y casi se lía con Kalinda, muy fuerte todo.
Rayna James (Connie Britton) - Nashville
La protagonista de Nashville ha logrado que dejemos de considerar a Coyote Dax como un gurú de la musica country. Sin que logremos entender cómo demonios ha logrado triunfar en el mundo de la música con esa voz, Rayna es capaz de lidiar con padres asesinos, hijas ilegítimas, estrellas insoportables, alcaldes corruptos y machos alfa de manual dibujados con escuadra y cartabón. Y todo, sin despeinarse. Y ya es difícil, con ese pelazo.
Laguertha (Katheryn Winnick)- Vikings
En la comunidad vikinga las mujeres no dependían de ningun hombre para sobrevivir. Un ejemplo de ello es Laguertha, desterrada de su hogar por no permitir que su marido practique la poligamia, con una princesa sueca para más señas. Sin perder su dignidad se repone y se casa con un conde… para matarle y volver a luchar al lado de su ex, pero esta vez como una igual. Sin rencores, así es Laguertha. En una época donde las mujeres no sólo se casaban y tenían hijos, es el ejemplo de todo lo que puedes ser si la sociedad lo permite. Y los vikingos, lo hacían.
Peggy Olson (Elizabeth Moss) - Mad Men
Sin hacer de menos a Don (no, nunca, él jamás podría ser menos), Peggy es la verdadera protagonista de Mad Men. Ella ha sido la primera mujer de su empresa en dejar de ser una simple secretaria y convertirse en una respetada publicista. A Peggy no le importa su peinado ni llevar vestidos poco favorecedores, se echa novios que no entendemos, y siempre acaba por decepcionar a su madre. En definitiva, Peggy representa a la perfección la mujer que somos, pero también la que queremos y podemos llegar a ser.
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