Toda gran ciudad que se precie de serlo, pasa por diferentes modas gastronómicas. Las primeras que hubo fueron las de los chinos, luego tuvimos las hamburgueserías, los kebap, italianos, y más recientemente las vinaterías o la famosa plaga del yogur helado. Parece que cuando abre un nuevo establecimiento, a la vez aparecen otros tantos, como si se hubieran puesto de acuerdo. Creo que hoy estamos frente a una remozada moda gastronómica, por lo menos en Gijón, vestida de comida tradicional, y dejando atrás la imagen de comida rápida. Junto a los tradicionales Vikingos o el Mike´s (que ya no es hamburguesería, ahora es Burguer House,…) y algún otro local de siempre, han surgido otros muchos en los últimos años, intentando darle un toque casero, incluso gourmet a este plato clásico. Ya hablamos en una ocasión del Big Joe Café, pero podríamos hablar del Vor Bier Bar, El Gilda, El House of Rock, o el Mambrú (ya cerrado) o jugando en la liga de las franquicias, del Peggy Sue, el Tommy Mel´s, o el Brutus. Incluso restaurante que nada tienen que ver con las hamburguesas la han incluido en su carta, como el Avant Garde, El Medio Lleno, el Gepetto o el Ven i Ven.
En esta ocasión hablaremos del House of Rock. SteakHouse situado frente a la Escalerona, la seña diferenciadora es su parrilla de carbón, con lo que a los tradicionales platos para compartir y hamburguesas se une el churrasco o el pollo.
En cuanto a la comida, yo pedí la hamburguesa de pollo, y estaba bastante buena, con queso, lechuga, bacon y salsa, y el pan bastante firme (importante). En la foto puede parecer pequeña comparativamente con las patatas, pero es que estas son enormes. Están preparadas con piel y todo. Quizás les falta un toque especial, alguna especie o similar que las mejore, pero esto ya es opinión muy personal, y si te gustan las finas crujientes, estas no son las tuyas, pero están buenas. El precio es de 7,50.
El trato de los camareros es perfecto y son muy amables y atentos.
Lo único que en mi opinión les falta es la ambientación del local. Se supone que es un local en el que el Rock tiene un papel destacado, y la única ambientación, son una serie de poster y alguna guitarra colgados por las paredes. Está para mi gusto demasiado desangelado en este sentido, y poco cuidado. Eso sí la música como no podría ser de otra forma si que acompaña a la imagen.
Desde aquí le concedemos 3 lametones.
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