Revista Vino

III Ranking de vinos de menos de 10€

Por Jgomezp24
Mileurista Gourmet me lo pone fácil hoy. Los comentarios a los vinos que están entre los diez primeros de su III Ranking de vinos españoles por debajo de 10€ son suyos. Los resultados son responsabilidad de todos los que ayudamos, participando en una rigurosa y bien montada cata a ciegas de todas las botellas mandadas. Con sinceridad, creo que afinamos como pocas veces. La felicidad, por ahora, es de los que conocemos estos vinos. Pero os animo a que, tan pronto como podáis, sea tambiñen vuestra. Buscad estas botellas y sabréis lo que es bueno. Tengo recuerdo bueno de casi todas ellas (tampoco tomé tantas notas...), pero vaya, me hace especial ilusión que estén ahí arriba las botellas de Sebio, de Lagar de Costa, de A Pedreira, de Algueira y de Albamar.  Los vinos que hacen, además, Sebio, Rodri, Rafa y Xurxo, son vinos de amigos. Mi felicidad es, pues, completa. Esta noche abro algo a la altura de las circunstancias, vamos. Y ustedes, ¡que disfruten del listado!

Número 10: Tilenus Roble - Estay Prieto Picudo
Por primera vez en la historia de este concurso, dos vinos se disputan el décimo puesto con identidad exacta de puntuación. No era justo descartar a ninguno de ellos, así que compartirán el galardón. Uvas distintas, diferentes bodegas y elaboraciones, pero pocos kilómetros las separan en ese paraíso vinícola en el que se empieza a convertir la tierra de León. Por un lado en forma de la uva reina autóctona, encarnada en Tilenus Roble 2008 de Bodegas Estefanía, una versión sutil y sosegada de la mencía, sabrosa y con enjundia. Por otro lado con uno de los valores en alza que muchos productores empiezan a dignificar, y con éxito, por cierto. La uva prieto picudo saca su vertiente más directa, precisa y frutal en este Estay 2010 de Dominio Dos Tares. Dos joyitas que irán de miedo con el clásico Botillo o para los que en Navidad acostumbren a darle al asado. Número 9: Líbido by DSG Ya en solitario, la historia va de garnacha. La uva de moda este año que nos ha encandilado a todos, incluido al nuevo fichaje de Parker. En Navarra saben mucho de esta uva, a la que nunca renunciaron, y cuando tipos como David Sampedro, capaz de interpretar la Rioja más fresca, se hacen con viñas viejas de montaña, el resultado sólo puede ser óptimo.  Líbido 2010 es un vino complejo, especiado, sutil y sugerente, muy terso en boca y nada empalagoso. Una garnacha muy francesa. Si en Navidad son de cordero, este es su vino. Número 8:  The Flower and The Bee Blanco No podía faltar la nueva cara de Ribeiro, comprometida con lo autóctono y con el trabajo de viña, pero con una imagen moderna. Atrás quedaron los terribles vinos de cunca a base de tristes palominos. En The Flower and The Bee 2011 de Coto de Gomariz, se nota la mano de Xosé Lois Sebio que precisamente consiste en dejar expresarse a la viña, resultado: treixadura y elegancia. Un vino aromático pero sin excesos, carnoso y con sensaciones grasas, fruto de una añada cálida, pero con acidez, fuste y frescura de sobra para hacer un vino equilibrado, directo, sabroso y accesible para todos. Pónganlo en la mesa de los aperitivos y ya verán como no llega ni a la segunda tosta de salmón. Sobre todo si uno anda cerca. Número 7: Lagar de Costa El único vino que repite del año pasado y, además, escala un puesto. Toda una lección de buen criterio, serenidad y de qué hacer con una buena finca de albariño sin estridencias. Lagar de Costa 2011 es el equilibrio de un blanco fresco pero amable que dificilmente disgustará a nadie. Perfecto si en su mesa navideña tienen cabida los bivalvos. Si no, también. Número 6: Borsao Selección Joven Otra vez garnacha, aunque esta vez de Campo de Borja, y con un vino que, por cierto, re-aparece tras su incursión en el primer ranking. Si antes hablábamos de la garnacha sutil y afrancesada, aquí tenemos la más frutal y rompedora de estilo australiano. Borsao Selección Joven 2011 ofrece moras y demás bayas que puedan imaginar, con ese punto varietal, de bizcocho borracho pero sin empalagar. De trago largo. Irá de miedo con el capón, pero tampoco teman reservar el último trago para los postres. Mojen en él una marquesa, y luego me cuentan. Número 5: Pago de Valdoneje Volvemos al Bierzo de la mano de Bodegas Valtuille cuyo vino, 100% mencía ,Pago de Valdoneje hizo levantar la vista a la mayor parte de los catadores. "Terroir", "mineralidad" y un "punto salvaje", fueron algunos de los comentarios que resumieron sobre todo su espectacular boca. Poco más que añadir, salvo que si en su mesa la caza hace acto de presencia en cualquier modalidad, este es su vino. Número 4: Finca A Pedreira La revelación de la jornada, un pequeñísimo proyecto, fruto de la tradición elaboradora de una familia. Apenas unas pocas botellas para cubrir el mercado local, una deliciosa finca de albariño viejo y unos jóvenes herederos con una dirección clara, la de los vinos de terroir que su amigo y mentor, Rodrigo Méndez, lleva a cabo. Su nombre, Finca a Pedreira 2011, y su sino - excepcionalmente definido a ciegas por Xoán Cannas en sus hojas de cata- "la perfección de la imperfección". Vibrante, sabroso, eléctrico. Albariño sin paños calientes. Hagan la prueba de maridar este vino con un cochinillo al horno, y luego me cuentan. Número 3: El Carro de Viñedos Culturales Sin duda la sorpresa y el deleite de los amantes de lo natural, lo irreverente, lo gamberro que demuestra la independencia de este Ranking, por ser lo contrario a lo homogéneo, sin necesidad de exuberancias. Un vino que demuestra la filosofía de su autor, Rafa Bernabé y sus Viñedos Culturales que, en resumen, reza un canto a la tierra y a la viña: "Dame y te devolveré". Dudo que nunca un moscatel de alejandría haya hecho tan evidente el terroir como este El Carro 2011. Desde la sequedad y la frescura que aporta su sensacional acidez, muestra la salinidad y el descaro del mediterráneo. Seco, voluminoso, grueso e interminable en boca. Si este es el vino de su cena, no tenga problema en servirlo desde el canapé hasta la última peladilla. Una pasada. Número 2: Algueira Tinto Joven Vuelve la mencía, esta vez desde la cara jovial, directa y sin corsé que sólo puede ofrecer la Ribeira Sacra. Con el oficio de uno de los productores de más calidad de grandes tintos de guarda en la zona, y de todo el país; antes o después el vino joven tenía que dejar de ser una asignatura pendiente. Algueira lo hace como todo, por la puerta grande, colándose como segundo en la cata con Algueira Joven 2011 un poema varietal de fruta que no dejó indiferente a nadie en la cata. Sírvalo con los aperitivos y verá como el gran reserva que tenía preparado se queda sin abrir. Número 1: Albamar El ganador de la Edición 2012, una lección para todos los productores de grandes blancos de este país, fruto de una finca de ensueño donde el río Umia se hace mar, y del trabajo de un tipo excepcional, Xurxo Alba, que aúna juventud, trabajo, porosidad, inquietud y constancia suficientes como para acabar siendo un gran viñerón que nos enorgullecemos de presentar. Sus vinos, en constante crecimiento, son un resumen de todo eso y Albamar 2011 es la culminación que ratifica la seriedad del proyecto. El azar quiso que este año no hiciera maloláctica y nos enseñara con precisión lo más auténtico que el albariño sin subterfugios puede dar de sí. Un blanco fiel a su zona, aromático sin excesos, crujiente y colorido, sabroso con peso de fruta, mineral, con gran músculo y, sobre todo, de trago largo. Delicioso pese a que todavía no ha dado lo mejor de sí.

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