Revista América Latina

Ilusiones

Publicado el 23 abril 2015 por Javier Montenegro Naranjo @nobodyhaveit
Javier Hernández en la banca del Madrid

Javier Hernández en la banca del Madrid

A veces basta un toque nada sublime para quitarse el antifaz de villano. Sin aliento, con el último suspiro, con el graderío de uno de los estadios más imponentes de la historia del fútbol sobre sí, cayendo, con miedo, todo tenso. El Chicharito vio la buena jugada entre James y Cristiano, corrió al punto de penalti y cuando el portugués se la cedió de manera poco ortodoxa, en esas décimas, a Javier Hernández le pasó su vida por delante.

Pero no vio su vida pasada, sino el jodido futuro que le esperaba si la jugada no terminaba en gol. Tras una cortinilla de neblina puedo ver a Crisitano fallando un nuevo penalti en semis de Champions, vio su nombre en cada portada de medios madridistas, más de trescientos memes mofándose de su calidad, su nombre fuera de las convocatorias de Miguel Herrera para jugar Copa América y Copa de Oro, y lo peor, un Javier Hernández que alzaba el título como máxima estrella de algún club de la MLS. Toda una tragedia.

Por eso toda la euforia de Javier Hernández. Solo recuerdo a Denis Bergkamp caer desfallecido al suelo tras marcarle a Argentina en el Mundial de Francia 1998, y la verdad, no hay comparación entre uno y otro gol. Porque la realidad, CH14 no marcó para el Real Madrid, ni lo hizo para  clasificar a su equipo a semifinales del torneo más seguido del mundo a nivel de clubes, CH14 se exorcizó, ratificó su carácter de jugador amuleto y silenció muchas lenguas viperinas. No las españolas, porque nada va a cambiar el hecho de que Javier Hernández sea un jugador de segunda línea, retrocediendo a una tercera, pero sí silenció a muchos de sus compatriotas, esos que dudan si debería estar en la selección o no.

Con un apodo medio ridículo, y la poca fe de Ancelotti, Chicharito aseguró par de días de tranquilidad, porque el fútbol posee memoria a corto plazo e incluso siendo uno de los más activos de la cancha, el público no le iba a perdonar si desaprovechaba su oportunidad dorada. Mañana Benzema volverá a ser titular y Javier mirará desde el banco, pero estará más tranquilo. Cumplió con su técnico y su gol le permitirá contar con más minutos. Eso es lo lindo del fútbol, que nos hace vivir de las ilusiones.

Javier Hernández en la banca del Madrid.

Javier Hernández en la banca del Madrid.


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