Título original: Imago Mortis
Año: 2009
Duración: 113 minutos
País: España - Italia - Irlanda
Género: Terror, Thriller
Dirección: Stefano Bessoni
Guión: Stefano Bessoni,Giulia Graglia,Giovanni Antonio Marchesi,Piero Tomaselli,Luis Berdejo, Marcello Paolillo, Giulia Blasi, Richard Stanley
Intérpretes: Alberto Amarilla, Oona Chaplin, Leticia Dólera, Geraldine Chaplin, Alex Angulo, Francesco Carnelutti
Música: Zacarías M. de la Riva
Web: www.imagomortis.es
Siglo XVII: antes de que se inventase la fotografía, un científico llamado Girolamo Fumagalli estaba obsesionado con la idea de reproducir imágenes. El descubrió que asesinando a una víctima y quitándole sus ojos, era posible reproducir en un papel la última imagen impresa en las retinas. Esa técnica tuvo el nombre de 'tanatografía' y en la actualidad, ese terrible ritual comienza a producirse en el interior de una escuela internacional de cine.
¡Menuda racha que llevo! Últimamente no hago más que tragarme películas realmente infumables, y cuando pensaba que después de Paranormal Activity 2 el nivel no podía caer más bajo, me sorprendo a mí mismo torturándome con esta horrible Imago Mortis, que le arrebata a la anteriormente mencionada el título de "Peor Película vista en el 2010", y tiene serias posibilidades de ser una de las peores que he visto jamás. Algunos pensareís que estoy exagerando, pero os aseguro que es un film paupérrimo en cuanto a calidad, y para lo único que sirve es de perfecto compendio de meteduras de pata y como ejemplo de qué es lo que no hay que hacer a la hora de rodar una película.
Partiendo de una idea a la que se le podía haber sacado muchísimo más jugo, Imago Mortis cae por su propio peso nada más comenzar y no remonta jamás el vuelo gracias a un nefasto guión, en el que han colaborado no una, ni dos, sino un total de ¡ocho personas!, ninguna de las cuales ha sido capaz de dotar de cierto interés a la historia. Pretendían crear un thriller de terror con elementos sobrenaturales y reminiscencias a los grandes giallos del cine italiano, y les ha salido un film aburrido, tedioso, confuso, sin orden ni concierto e incapaz de transmitir nada de nada: ni miedo, ni emoción, ni suspense...¡Nada!
¿Y los actores? Puff, a cual más desastroso, destacando negativamente al protagonista, interpretado por un Alberto Amarilla que se pasa la película sobreactuando constantemente, con cara de idiota, haciendo aspavientos sin ton ni son y poniendo muecas a todas luces innecesarias o contraproducentes. Oona Chaplin es más sosa que un pan sin sal y su madre, Geraldine, parece atrapada en algún rancio lugar del espacio-tiempo. Álex Angulo seguramente se arrepienta tremendamente de haber sido engatusado vilmente para colaborar en este truño, y Leticia Dólera...bueno, no le vamos a pedir peras al olmo: aquí aprueba raspadito con un personaje cuya relevancia se mide con cuentagotas.
El doblaje al castellano es penoso, indigno a estas alturas de siglo XXI, y el vestuario está formado por una amalgama de estilos tal que es imposible ubicar la historia en un período concreto: hay personajes que parecen vestidos con ropa de Springfield, Zara o Pull&Bear, mientras que otros van "disfrazados" de época (como Geraldine Chaplin, con un vestido renacentista...). Algunos dirán que ese pastiche contribuye a crear una atractiva atemporalidad para la historia... Bien: pues yo opino que es una metedura de pata enorme. Y los escasísimos efectos especiales son incapaces de dar la talla en ningún momento.
Y la verdad es que me estoy extendiendo demasiado hablando de una película que ofrece tantas cosas malas y casi ninguna buena. Aburrida y tediosa como ella sola, pueril en su planteamiento y nefasta en su desarrollo, no merece la pena para nada. Y una vez más me pregunto a mí mismo: ¿Hasta cuándo vas a seguir tropezando con este tipo de desastres en celuloide? Creo que tengo la respuesta, y es que para saber apreciar la luz, hay que caminar durante cierto tiempo entre tinieblas (aunque espero no quedarme ciego de tanta oscuridad...).