"En abril de 1874, se celebró en el estudio del fotógrafo Nadar, en el Boulevard des Capucines de París, la primera exposición de un grupo de pintores que habían sido rechazados en el Salón Oficial: los impresionistas. El arte europeo entraba en una etapa marcada por una serie de cambios vertiginosos que, en pocos años, llevaron a prescindir de la apariencia, los colores naturales, el tema y la perspectiva, los elementos que, des de el Renacimiento, habían caracterizado la representación pictórica. Renoir fue la gran pasión de Sterling Clark, quien reunió treinta y nueve pinturas de este artista -desnudos, escenas de la vida moderna, retratos, autorretratos, paisajes y naturalezas muertas-, dedicando una especial atención a la primera etapa de su producción, entre 1874 y 1880, la más vinculada al impresionismo. Todas estas búsquedas conviven con el arte de los pintores académicos, quienes ponían sobre la tela temas convencionales: obras históricas, religiosas, mitológicas y retratos de personajes importantes. Para Sterling Clark, cualquier arte podía ser bueno en su categoría. Por eso, en su colección, las obras maestras de los pintores impresionistas conviven con las obras de los mejores pintores formados en la Academia de Bellas Artes de París.
Si hace algunos años me hubieseis preguntado cuál era uno de mis movimientos pictóricos favoritos, sin duda no os habría dicho el impresionismo. También es cierto que aún estaba definiendo mis preferencias, y no tenía muy claro qué era lo que me gustaba realmente. No sé cómo fue que empezó a llamarme la atención uno de sus miembros más importantes: Claude Monet. A partir de ahí, al contemplar sus paisajes, tan luminosos y coloridos, tuve la sensación de que aquello se convirtiría casi en una pasión. Y así fue. Pero no sólo lo sentí por el pintor de Giverny, sino también por aquellos que le ayudaron a transformar la pintura a mediados del siglo XIX: Manet, Renoir, Sisley, Pissarro, Degas... y por aquellos que le influenciaron en sus inicios: Jongkind, Boudin y los miembros de la escuela de Barbizon, como Corot, Rousseau o Troyon.
Todos ellos tienen su representación en la exposición "Impresionistas: Maestros franceses de la colección Clark", que estos meses tiene lugar en el Caixaforum de Barcelona (del 17 de noviembre de 2011 al 12 de febrero de 2012) y que ha sido realizada conjuntamente con el Sterling and Francine Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts). Para ilustrar mejor lo que podéis encontraros en ella, os copio la descripción del folleto informativo -resume muy bien el contenido de la exposición-. Si tenéis oportunidad de verla, no os la perdáis. A mí me ha parecido magnífica.
Théodore Rousseau - Granja en las Landas (1867)
Corot - Castel Sant'Angelo (1840)
Cuando Sterling Clark se instaló en París, en 1910, algunos de los protagonistas de esta revolución pictórica aún estaban en activo. El 1916, Clark adquirió el cuadro "Joven haciendo ganchillo" de Auguste Renoir, atraído por el uso del color y la sensualidad de la imagen femenina. Fue el punto culminante de una pasión que le condujo a reunir una extraordinaria colección de obras de pintura francesa del paso del siglo XIX al XX: Clark no compartía el espíritu iconoclasta propio de muchas de las manifestaciones del arte contemporáneo, sino todo lo contrario, buscaba la continuidad entre las creaciones del pasado y del presente. Las obras que adquirió, principalmente de la primera etapa del impresionismo, convivían con los antiguos maestros y también con la pintura inmediatamente anterior, sin rupturas.
Corot - Bañistas en las islas Borromean (1870)
Monet - Calle de Sainte-Adresse (1867)
Pissarro - Saint-Charles, Éragny (1891)
Monet - Ocas en el arroyo (1874)
Monet
Acantilados en Étretat (1885)
Campos de tulipanes en Sassenheim (1886)
Pissarro
Camino a Versalles en Louveciennes (1870)
Camino. Efecto de lluvia (1870)
Renoir
Bahía de Nápoles, anochecer (1881)El puente de Chatou (1875)
Esta exposición presenta las obras maestras de la colección de pintura francesa del Sterling and Francine Clark Art Institute, de Williamstown, Massachusetts. Para empezar, reconstruye el camino que condujo al impresionismo, cuando un grupo de pintores -Camille Corot, Jean-François Millet, Constant Troyon y Théodore Rousseau- decidieron retirarse al bosque de Barbizon, cerca de Fontainebleau, para poder pintar al aire libre. Tradicionalmente, el paisaje había sido el telón de fondo de escenas mitológicas o religiosas. Los artistas de la escuela de Barbizon lo hicieron pasar a un primer plano y establecieron una relación de intimidad con él, como si se quisieran fundir con la naturaleza.
Renoir - Venecia, el Palacio Ducal (1881)
Degas - Antes de la carrera (1882)
Daumier - Los coleccionistas (1863)
Sisley - Orillas del río Sena en By (1881)
Degas - Bailarinas en clase (1880)
Los impresionistas siguieron rápidamente sus pasos. Las primeras composiciones de Claude Monet, Gustave Caillebotte o Alfred Sisley aspiran a retener la impresión de un momento del día, de forma magnificente y suntuosa, a través de los efectos de la luz y del color. Hacia 1880, el impresionismo vive un momento de plenitud con la obra de Monet, quien lleva hasta las últimas consecuencias la búsqueda de la belleza. El cuadro es el resultado de la superposición de pinceladas individuales que crean el efecto de una explosión de luz; el punto de fuga desaparece y el paisaje se convierte en el objeto de una meditación trascendente. Los impresionistas también renovaron la pintura de interior y el bodegón. Escogieron temas sencillos vinculados a la vida cotidiana, al campo o a la ciudad y los retrataron como nadie lo había hecho hasta entonces: con una pincelada vibrante que recrea el efecto de la luz natural sobre la superficie de las cosas.
Giovanni Boldini
Muchacha haciendo ganchillo (1875)
Al cruzar la calle (1875)
Alfred Stevens
Recuerdos y remordimientos (1874)
La duquesa (El vestido azul) (1866)
Sisley - Cesto con manzanas y uvas (1881)
Morisot - Dalias (1876)
Renoir - Cebollas (1881)
Bouguereau - Desnudo sentado (1884)
Jean-Léon Gérôme - Mercado de esclavos (1866)
Jean-Léon Gérôme
Encantador de serpientes (1879)
Campesinas egipcias recogiendo agua (1875)
Renoir
Palco en el teatro (En el concierto) (1880)
Marie-Thérèse Durand-Ruel cosiendo (1882)
Renoir - La carta (1900)
En la parte final del recorrido se pone de relieve la aportación de los pintores postimpresionistas: de Honoré Daumier a Henry Toulouse-Lautrec, de Edgar Degas a Pierre Bonnard y Paul Gauguin. Colores claros y luminosos, que no siempre coinciden con los colores reales, y una concepción bidimensional del espacio al margen de las leyes de la perspectiva. Sterling Clark convirtió su pasión personal en un patrimonio colectivo. En 1955, creó su propio museo en Williamstown, en el estado de Massachusetts, que actualmente es un centro de referencia para los amantes de la pintura, con salas de exposiciones y centro de investigación y enseñanza superior".
Renoir
Muchacha dormida (1880)
Bañista rubia (1881)
Renoir
L'Ingénue (1874)
Mujer con abanico (1879)
Morisot - El baño (1886)
Carolus-Duran - El jardinero del artista (1893)
Carmen (1884)
La espera (1888)
Gauguin - Muchacha cristiana (1894)
Bonnard - Mujeres con perro (1891)