La actriz sueca Anita Ekberg, famosa por su baño en la Fontana di Trevi en «La dolce vita», ha fallecido en Roma este 11 de Enero de 2015 a los 83 años de edad.
Hija de un estibador, Kerstin Anita Ekberg Marianne nació el 29 de septiembre de 1931 en Malmöe y era la sexta de ocho hermanos. Con sus curvas exuberantes y su pelo rubio desde muy joven llamó la atención por su físico y en 1951 resultó elegida Miss Suecia. Tras presentarse al certamen de Miss Universo que no ganó, se lanzó a la aventura americana y tras trabajar cinco años en Hollywood en papeles menores, recibió el Globo de Oro (1955) a la Mejor Actriz por su papel en «Callejón sangriento», de William A. Wellman.
En la década de los años 50 se convirtió en icono y objeto de fantasías por su papel como Silvia en la legendaria película de Fellini «La Dolce Vita» junto a Marcello Mastroianni, considerada una de las obras maestras del neorrealismo italiano y una pieza fundamental en la historia del cine. La voluptuosa actriz se convirtió en símbolo sexual de toda una generación sobre todo desde la memorable escena en la que aparece dentro del agua de La Fontana di Trevi mientras invita a Marcello (Marcello Mastroianni) a entrar con ella al grito de “Marcello, come here”. (Ver secuencia en YouTube)
La carrera cinematográfica de esta actriz tomó impulso gracias a títulos como «Cómicos en París» (1955) y «Loco por Anita» (1956), en los que trabajó junto a Dean Martin y el cómico Jerry Lewis. En «En Guerra y Paz» (1956), la actriz y modelo interpretó a Helene Kuragina junto a estrellas del calibre de Audrey Hepburn y Henry Fonda. «Cuatro tíos de Texas» (1963) le permitió trabajar junto al célebre Frank Sinatra en el lejano oeste. Más poética se puso con «Bocaccio’70», adaptación del Decamerón. Menos afortunada fue su participación en «La monja homicida» (1979), junto a Joe Dallesandro. También trabajó bajo la dirección de Bigas Luna en «Bámbola» (1996), la cinta en la que interpretaba a Mamma Greta, la madre de Valeria Marini. Como curiosidad, la actriz estuvo a punto de convertirse en la primera chica Bond, pero el papel se lo quedó Ursula Andress.
Ekberg, que se casó dos veces, con los actores Anthony Steel y Rik Van Nutter, había sido noticia en los últimos años por sus serios problemas económicos. En 2011 lo perdió todo, después de que unos ladrones provocasen un incendio en su casa. Ekberg tuvo que solicitar ayuda a la Fundación Fellini y desde entonces vivía en una residencia de ancianos de Roma, con lo poco que recibía de asuntos sociales. Llevaba varias décadas sin pisar su Suecia natal, porque consideraba que allí nunca la tomaron en serio. Hasta su muerte, dedicaba gran parte de su tiempo a preparar sus memorias. Perdió la movilidad por sus problemas de cadera quedando postrada en una silla de ruedas, pero eso no impedirá que sigamos recordándola por siempre empapada y pidiendo a su Marcello que le acompañara en el baño público más mítico de la Historia del cine.
In Memoriam.
Fuente: El País.com │El Mundo.es │ABC.es │ Europa Press.
Archivado en: Cine, Memorias