Revista Deportes
Independiente sufrió para vencer a Sportivo Belgrano en Avellaneda
Publicado el 29 abril 2014 por Andrés Zarzuelo @andreszarzuelo
Le ganó 3-2 con un discutido penal que Diego Rodríguez cambió por gol a diez minutos del final. Los de San Francisco le habían empatado las otras dos veces que los de De Felippe se pusieron en ventaja. El Rojo quedó a dos puntos de Instituto.
El Diablo se escapó de ese precipicio del infierno personal con poco encanto y mucho nervio. Se fugó por unos días, con la calma mentirosa que ostenta un resultado de emergencia. Conceptualmente, a Independiente lo siguen quemando sus incapacidades y si bien logró el triunfo necesario ante un correcto Sportivo Belgrano, mostró sus inseguridades al agrandar a un rival que en otro momento le hubiera resultado más sencillo. Así vive Independiente, al día, puchereando y lleno de histeria.
El primer tiempo fue otro capítulo de esa historia, cada vez más densa, cada vez más caliente, de Independiente en la B Nacional. Mientras los de afuera continúan insistiendo con que sus futbolistas “juegan con nadie”, a los de adentro les cuesta un montón resolver sin urgencias, o con relativa simpleza, sus compromisos antes los mejores y/o los peores de la categoría.
El primer tiempo de anoche fue más de lo mismo. Al equipo que conduce Omar De Felippe le demandó más o menos un cuarto de hora acomodarse a la propuesta de Sportivo Belgrano. Que con el Gordo Francia como eje, manejó la pelota con cierta prolijidad. Y en cuanto se dio cuenta de que enfrente había un oponente con grietas indisimulables, se animó más de lo que se supone va a hacerlo cualquier rival en su visita a un estadio con tanta historia.
Poco había sucedido antes de que Tula pusiera el 1-0. En dos disparos, de Fredes y Pisano, con poco futuro y un misil de Vidal que pasó cerca de un palo, se consumió toda la producción en ataque de aquella media hora. Hasta que el zaguero central, que anoche jugó con una máscara para proteger su nariz, encontró el último de una serie de rebotes y vulneró a Rigamonti.
Si alguien supuso que el Rojo había encontrado algo de serenidad para el tiempo por venir, otra vez la realidad le dio un cachetazo. Porque el equipo cordobés se fue encima de Rodríguez, dispuso con Mazzola de una chance inmejorable -fue en el área chica- para empatar, hasta que Medina, de cabeza, clavó el empate.
En medio de fastidio, insultos e incredulidad, Vidal, con la confianza que deber tener un mediocampista central de cualquier equipo con objetivos mayores, disparó un tremendo derechazo, desde fuera del área, y metió la pelota contra el palo de la mano izquierda del arquero.
El segundo tiempo fue con más complicaciones para el local. Porque nuevamente desde la calidad de Francia para manejar la pelota, Sportivo Belgrano mostró decisión para ir por el empate. Que llegó otra vez por arriba, con un tiro libre de Francia que Martorell incrustó de cabeza en un ángulo.
Tambaleante, Independiente estuvo como de oferta por un largo rato. Como en esa jugada a los 14 minutos, cuando Insaurralde desbordó una vez más a Morel Rodríguez, Miranda hizo rebotar su tiro contra un poste y Francia, de frente al arco, la tiró afuera.
Con más intensidad que juego, el Rojo buscó con Mancuello, Montenegro, Pisano y Penco, a quien De Felippe le dio minutos en cancha en lugar de Fernández. Hasta que en un centro frontal, en una jugada típica de roce entre uno que ataca y otro que defiende, Medina manoteó a Penco y Maglio cobró un polémico penal. Este vez, el Ruso Rodríguez, quien más de una vez evitó una derrota, se hizo cargo de la ejecución para que los nervios se transformaran en victoria.