Además de los fondos estructurales y de cohesión de la UE, Polonia es receptor directo de ayudas de diversas entidades internacionales, como el Banco Mundial (BM), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Esta importante inyección de financiación multilateral –6.700 millones de euros– contribuirá a la renovación del país, especialmente de cara a la celebración de la próxima Eurocopa 2012, cuya organización comparten Polonia y Ucrania, y que ha puesto de manifiesto las carencias existentes en materia de ocupación hotelera, medios de transporte, energías y gestión de residuos.
A pesar de su enorme potencial, Polonia es un mercado muy competitivo y en el que resulta complicado implantarse debido a las barreras –fundamentalmente culturales, pero también de índole burocrática– que persisten como consecuencia de la herencia del régimen comunista.
Oportunidades de cara a la Eurocopa 2012
La celebración del campeonato europeo de fútbol ha puesto de manifiesto ciertas carencias en materia de plazas hoteleras, redes viarias y ferrocarril que deben ser subsanadas en un tiempo récord para acoger a los miles de turistas que se espera puedan visitar el país en ese periodo. Para ello, el Estado polaco ha abierto numerosos concursos públicos en los últimos años. En 2009, por ejemplo, se lanzaron licitaciones por valor de 31.000 millones de euros, siendo el 65% de estos fondos destinados a la obra pública, el 17% a suministros y el 18% restante a diversos contratos de servicios.
Si bien es cierto que en los dos últimos años se ha frenado el crecimiento del sector de la edificación residencial, no ha ocurrido lo mismo con la obra pública –carreteras, vías férreas, estadios, etcétera– gracias a que la mayor parte de estos proyectos se financian con fondos comunitarios. Cabe reseñar la necesidad de mejorar la oferta hotelera económica, sobre todo en ciudades grandes como Varsovia, Gdansk, Poznan y Wroclaw, donde se estima que faltan alrededor de 30.000 plazas para satisfacer las previsiones de visitantes que arrastrará la Eurocopa.
También ha quedado obsoleta la red ferroviaria polaca que, aunque muy extensa, mantiene numerosos tramos de escasa velocidad. Además, se está estudiando la viabilidad del establecimiento de una línea de alta velocidad Varsovia-Lódz-Wroclaw que, de aprobarse, comenzaría a construirse a partir de 2014.
Pero son los sectores ligados al desarrollo medioambiental –energías limpias, gestión de residuos urbanos y aguas– los que, a juicio de los expertos, resultan más interesantes de cara a la inversión en este mercado. En el caso de las renovables, Polonia debe aplicar medidas contundentes para, por una parte, aumentar el suministro eléctrico en su territorio y, por otra, cumplir con los compromisos comunitarios de que el 15% de la energía consumida en 2020 provenga de fuentes no contaminantes. En cuanto a la puesta en marcha de forma inmediata de una política de gestión de residuos eficaz, también responde a una exigencia comunitaria que, a pesar de no haber sido objeto de sanciones hasta el momento, si debería serlo a partir de este año. El objetivo –a cumplir en 2014– sería incrementar la recogida selectiva y adecuar las plantas de residuos biodegradables para reducir la emisión de CO2 al 60%.
La primera economía del antiguo bloque soviético
Miembro de pleno derecho de la Unión Europea desde 2004, Polonia ha mostrado en estos ocho años una solidez incuestionable, habiéndose ganado a pulso el título de primera economía del antiguo bloque soviético. Una robustez que se ha manifestado incluso en los momentos más complejos de la actual crisis financiera. Así, tras registrar cuotas de crecimiento de en torno al 5% en el periodo 2006-2008, sufrió una leve desaceleración en 2009. No obstante, la economía mantuvo registros positivos –1,8%– y la ralentización ha quedado ampliamente superada en el curso del último año. La razón: el empuje del consumo interno –debido en gran parte a la creación de empleo– y el buen comportamiento del sector exterior gracias a la depreciación de la moneda local, el zloty.
Polonia es, asimismo, líder regional en cuanto a la entrada de Inversión Extranjera Directa (IDE) se refiere, que en 2009 ascendió a 8.251 millones de euros según datos del Banco Nacional de Polonia. En 2008, los países que más invirtieron en territorio polaco fueron Alemania –1.618 millones de euros–, Holanda –1.604– y Luxemburgo –1.339–, siendo los principales sectores de inversión la intermediación financiera, el sector inmobiliario y el comercio. Alemania es también el primer cliente de la industria polaca, seguido de Italia y Francia.
En cuanto a las relaciones bilaterales España-Polonia, las exportaciones españolas a este mercado ascendieron a 2.783 millones de euros en 2010, registrándose una recuperación de en torno al 15% en relación al mismo periodo del año precedente. Los principales sectores nacionales de exportación fueron los equipos, componentes y accesorios de automoción –357 millones de euros–; los automóviles –211 millones de euros– y los cítricos –174 millones de euros–. La inversión española en Polonia también creció en 2010: así, según DataInvex, ésta supuso algo más de 230 millones de euros. Por sectores de inversión destacaron la energía eléctrica, la construcción civil y la ingeniería.