¡Vuelta a los cortometrajes! Me hubiera encantado dejaros el que ganó el Goya, de verdad que hubiera sido increíble poder traerlo para que lo vierais, pero por desgracia no se encuentra en Internet así que una gran cantidad de personas ni siquiera lo habrán visto una vez. Y luego se preguntan porqué las cosas no triunfan, no llegan a la gente... ¡Si no aprovechas los medios que tienes a tu alcance! Sea como sea, he decidido traer otro de los cortos que estaba nominado y que se titula “A Lifestory”.
Nacho Rodríguez es tanto el director como animador de este cortometraje, que surgió cuando Abelardo Fernández Bagües y él se encontraron en su ciudad natal gracias a un amigo. A partir de ahí, Abelardo le propuso hacer un cortometraje con una canción que tenía metida en su cabeza y tras varios meses se pusieron manos a la obra.
Sin embargo, este animador ya había trabajado en varios lugares y había creado animaciones sorprendentes. Residió durante un año y medio en Francia, donde trabajó como director de animación para Ubisoft, encargándose únicamente del proyecto “Ozen”. Desde que inició su carrera en el año 2002, se ha encargado de crear 6 vídeos oficiales, ha colaborado con Gina Thorstensen que es una ilustradora y se encargó de las animaciones en el vídeo de “Giving me a chance” de Gotye.
“A Lifestory” se pensó por primera vez en noviembre de 2012 cuando Abelardo y Nacho se conocieron por primera vez. No fue hasta un mes después cuando Rodríguez decidió que todo el guión se basaría en un poema del siglo II titulado “El himno de la perla” y no perdieron un minuto en empezar con ello.
Junto a ellos trabajó Sara López, una escultora que se encargó tanto de los fondos como de las esculturas de la animación y que dotó de vida el cortometraje que fue lanzado el 1 de septiembre de 2013 en el bar “La Caja Negra” en Oviedo. Tras salir a la luz, el cortometraje se presentí al festival de Plasencia y al de Málaga y consiguieron el precio como “Mejor Banda Sonora Original”.
“A Lifestory” es un cortometraje que puede no llamar la atención a primera vista, sobre todo porque mezcla animación con cierta cantidad de realidad y eso puede echar para atrás a más de una persona. Pero la historia que narra es algo muy real, lejos de todas las fantasías que se han imprimido y que muestran el viaje cuando partimos del hogar.
Todos sabemos que un día abandonaremos el nido, sea porque nos mudamos con otra persona o simplemente porque tenemos que marcharnos a otro país. Vivir la experiencia de valernos por nosotros mismos, sacar todo aquello que guardamos dentro e imprimirlo en cada uno de nuestros pasos.
Pero en ocasiones, cuando estamos lejos del hogar nos sentimos perdidos, desorientados y también encerrados en nosotros mismos. No todo el mundo sirve para vivir fuera, quizá en un país lejano o separado de la familia más cercana. Pero siempre hay una carta, una respuesta, una llamada que nos lleva directamente al lugar de nuestra infancia.
Es bonito ver cómo el protagonista inicia un viaje plagado de aventuras, pero en su regreso consigue la fuerza suficiente para luchar contra todo aquellos que se le puso en contra y utiliza ese poder para volver al sitio que realmente le corresponde. Es una historia preciosa que podría ser plasmada en papel y que visualmente es enternecedora.