Otras temporadas las cabecinegras apenas se mueven del entorno de la bahía gijonesa, y eso parece haber ocurrido este invierno. Los grupos registrados tanto en Luanco como en Bañugues son por lo general muy pequeños, de entre 10 y 20 ejemplares como máximo. Tan sólo con ocasión de los temporales de mediados de enero se detectó algún grupo importante, de entre 50 y 70 aves. Durante estos días las cabecinegras se asociaron con otras gaviotas medianas como las canas.
Una vez pasados los temporales los números volvieron a disminuir, es posible que la importancia de la invernada de esta especie en Gozón esté relacionada con factores como la meteorología o la alimentación, que obligan a los bandos a salir fuera de su refugio gijonés. En cuanto a aves anilladas, tan sólo he podido identificar una, 3HPE, que además fue anillada como adulta este verano en Bélgica, con lo cual su historial es muy corto. La pude ver en dos ocasiones.
