Esta semana la palabra estrés tomo un significado hace tiempo desconocido para mí, ya que había días que casi debía estar en dos sitios a la vez, pero ¿qué es la vida sino correr de un sitio a otro? Varios eventos martes y miércoles relacionados con el vino, y viaje al norte de la provincia, a Miranda de Ebro, por motivos laborales el jueves y el viernes, así que pasé muchas horas fuera de casa, y lejos de un pc para poder escribir como mandan los dioses ; por fin la noche del viernes llegó, y aparte de una buena cena, me esperaban mis ganas intactas de tomar un vino, solo por placer, por gula, por el vicioso deleite que el buen vino nos genera ; mi mano agarró este vino de Pesquera de Duero, cuya uva sale de un viñedo de 65 hectareas , elaborado en la Bodega Viñas del Jaro, y sin duda logré mi objetivo.
El Jaros Finca el Quiñon 2009 es un vino con un coupage de 85% tempranillo, y una parte de cabernet sauvignon y merlot; tiene una crianza de cerca de quince meses en barricas de roble francés, en su mayor parte. En fase visual, el vino tiene un brillante color rojo cereza, de capa media, en nariz tiene intensos aromas a fresas, frambuesas, fruta roja, y un fino recuerdo a incienso que le hace poderosamente goloso y apetecible, en boca el vino tiene un paso excelente, cuerpo medio, la madera ha limado elegantemente la uva de esta añada, es ligero, goloso, fruta roja que llena la boca, con una ajustada acidez, y con un muy buen final, en el que se marca un poco mas la madera francesa; una grata sorpresa, muy recomendable, y con ese preponderancia de la fruta sobre la madera que no es muy común en la zona de Pesquera de Duero. Añadir que aguanta muy bien dos días abierto.
R.
P.S: no puedo dejar de reproducir una frase que leí mientras preparaba esta entrada, es de S. Juan Vianney, y en ocasiones, solo en ocasiones, es sumamente acertada: “Un buen cristiano no come nunca sin mortificarse en algo.” Dura la vida del cristiano….
R.